Con una custodia renovada, gracias a las donaciones de cientos de feligreses que han supuesto, además, una ayuda importante para la atención de más de 70 familias por parte de Cáritas, el Santísimo Sacramento procesionó ayer entre el fervor de los asistentes por las calles más céntricas del corazón de Alicante. Como es tradicional, el paso hizo sendas paradas ante las monjitas de la Sangre y en la Plaza del Ayuntamiento también.