El pleno del Consell aprobará este viernes declarar Actuación Territorial Estratégica el proyecto de Ikea y de su macrocentro comercial anexo en terrenos de Rabasa. Así lo confirmó ayer el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, durante la inauguración de una tienda de la multinacional sueca en la localidad valenciana de Alfafar. Este paso supone dar viabilidad al proyecto de Alicante Avanza -participada por Enrique Ortiz- después de que los tribunales anularan el polémico Plan Rabasa y da el pistoletazo de salida a los trámites urbanísticos y a la exposición pública del proyecto para que pueda comenzar su instalación. Las obras, según la alcaldesa, Sonia Castedo, podrían comenzar en menos de un año.

Aunque será el documento que se apruebe el viernes el que concrete plazos, confirme la hoja de ruta y establezca los organismos competentes para la tramitación urbanística, la normativa sobre Actuaciones Territoriales Estratégicas ya marca algunas pautas y establece un plazo general aproximado de nueve meses hasta que pueda aprobarse definitivamente y comience a ejecutarse. Según explicó ayer la edil de Urbanismo, Marta García-Romeu, una vez aprobada la ATE, los promotores disponen de tres meses para presentar un proyecto más exhaustivo con las correcciones realizadas por las diferentes administraciones, entre ellas el Ministerio de Fomento y la propia Conselleria de Infraestructuras, que reclaman mejoras en los accesos. Después se abrirá un periodo de exposición al público de 45 días en el que se podrán presentar alegaciones, que deberán responderse, y se pedirán nuevos informes a las administraciones para que garanticen que se han subsanado los reparos expuestos en sus informes iniciales.

Ni desde el Consell ni desde el Ayuntamiento se aventuraron a concretar la fecha para el inicio de las obras, pero sí coincidieron al apuntar que se trata de «una cuestión de meses», como destacó el conseller de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, quien pese a las reticencias a marcar plazos llegó a decir que podría ser antes de final de año. La alcaldesa, no obstante, matizó que, según sus cálculos, «en menos de un año estará ejecutándose». Tal y como avanzó este diario, Alicante Avanza proponía que la construcción del complejo comercial pudiera iniciarse de inmediato una vez aprobado el plan y que pudiese abrirse al público cuando las partes esenciales de la urbanización, como los accesos para el tráfico, estuviesen realizados.

El ámbito del proyecto tiene una superficie global de 2,3 millones de metros cuadrados. De ellos, hay 300.000 destinados a Ikea y su macrocentro comercial así como otros 120.000 metros cuadrados de zona terciaria y un área tecnológica de 140.000 metros cuadrados que posibilitaría una ampliación de la Universidad de Alicante en ellos. También se incluyen las lagunas de Rabasa y un proyecto para restaurarlas. El Consell ha tenido en cuenta algunos parámetros, como la creación de 9.000 puestos de trabajo que, según un informe del área de Economía, pondrá en circulación casi 11 millones de euros al año y tendrá un efecto sobre el consumo.

Desde el sector del pequeño comercio ya han mostrado su oposición al macrocentro comercial anexo a Ikea, postura que comparten desde el PSOE, cuyo secretario general en Alicante, Gabriel Echávarri, considera que «no está justificada su necesidad». Desde el Colegio Oficial de Agentes Comerciales afirman que la oferta comercial de Alicante ya está «sobredimensionada».

El portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón, acusó ayer a Fabra de «convertirse en cómplice de los presuntos delitos que puedan imputarse a Castedo y a su amigo Enrique Ortiz en la pieza de Brugal del presunto amaño del Plan Rabassa y de la llegada de Ikea a terrenos de dicho plan». Por su parte, el portavoz de UPyD, Fernando Llopis, también se posicionó en contra del macrocentro anexo a Ikea.