Un bebé de sólo un mes ha fallecido de tos ferina en el Hospital de Sant Joan, lo que ha obligado a establecer medidas preventivas en el ala de Neonatos para evitar que la enfermedad se propague, según confirmaron ayer fuentes del centro sanitario. Los hechos trascendieron ayer, aunque el óbito pudo producirse quizá el lunes. Hasta el momento no se han diagnosticado más casos, aunque dado que esta patología tiene un tiempo de incubación, habrá que esperar a los próximos días para poder determinar si éste es un hecho aislado o no.

El Hospital investiga las causas del contagio en el bebé que han llevado al fatal desenlace, que por el momento se desconocen. Fuentes sanitarias explicaron que la tos ferina es una enfermedad relativamente frecuente en personas de edad adolescente, y por lo general leve. Sin embargo, también se produce en buena medida en niños menores de un año, con el agravante de que estos casos presentan más dificultades. El pequeño fallecido en Sant Joan -del que no ha trascendido dato alguno-, por su corta edad todavía no había sido vacunado contra la tos ferina. El calendario de vacunación contempla varias dosis para evitar esta enfermedad, la primera de ellas a los dos meses.

Ante este fallecimiento, se han suministrado de manera preventiva antibióticos a los bebés del ala de Neonatos, así como al personal sanitario y a sus familiares, con el objetivo de evitar que se produzcan contagios, según confirmaron desde el Hospital. Por su parte, desde CC OO señalaron que no les constaba que en ningún momento hubieran sido necesarias otras medidas como aislar o trasladar a otro lugar a los niños. Ayer, de hecho, esta zona funcionaba con normalidad, según estas fuentes.

La tos ferina ha experimentado en los últimos años un repunte en España, tal y como refleja un documento avalado, entre otras entidades, por la Asociación Española de Pediatría y la Asociación Española de Vacunología. Los colectivos más vulnerables son los adolescentes y adultos, dado que van siendo cada vez menos inmunes pese a haber sido vacunados, y los lactantes que aún no han recibido esa vacuna. Para paliarlo se proponen estrategias como la de vacunar a los adultos o, en el caso de los recién nacidos, a las personas con las que el bebé va a convivir en sus primeros meses.