El embajador ruso en España, Yuri Korchagin, acudió ayer a Alicante con motivo de la celebración del Día de Rusia en la provincia. Centenares de ciudadanos de ese país residentes en nuestras comarcas participaron en una fiesta donde la exhibición de folklore y la muestra de algunos productos gastronómicos fueron algunos de los acontecimientos más destacados. La presencia del representante diplomático fue una forma de arropar a sus compatriotas, pero también una muestra de la relevancia que Alicante y la Comunidad Valenciana tienen para Rusia, no sólo por el considerable número de residentes permanentes, sino por las posibilidades que ofrecen las transacciones relacionadas con la inversión en el sector turístico o la exportación industrial.
¿Qué importancia tiene para la Embajada rusa la celebración de esta fiesta en Alicante?
Mucha. Éste es el segundo año en que yo acudo al Día de Rusia en Alicante, pero desde que comenzó a celebrarse [en 2008] siempre ha venido algún diplomático de la Embajada. Es una muestra de apoyar a nuestros compatriotas, de hablar con ellos y ver cómo se sienten.
¿Cómo ve la integración de la colonia rusa en Alicante?
Creo que los residentes permanentes se están integrando muy bien, ya que no viven en un ambiente cerrado, sino que se adaptan bien a las costumbres y la cultura locales. Siempre es bueno tener esa referencia, ver cómo hay ganas de trabajar e integrarse. Pero además, observamos que también crece el número de ciudadanos que vienen para pasar periodos cortos de tiempo, y que en muchos casos buscan realizar algún tipo de inversión.
¿Se ha dado algún paso importante en ese aspecto?
Ayer [por el viernes] tuvimos una reunión con un grupo de empresarios rusos que han empezado a trabajar de manera agrupada. Su objetivo es intentar atraer a gente, y orientar a posibles inversores en España.
¿Qué oportunidades ofrece Alicante para la inversión rusa?
Una de las más trascienden es la compraventa en el sector inmobiliario, pero creo que se puede ir mucho más allá. La Comunidad Valenciana es la segunda región española en número de turistas rusos, después de Cataluña. Pienso que, por eso, los ciudadanos rusos deben tener en cuenta todas las posibilidades que tiene el sector turístico en general, más que la de ofrecer una vivienda. Me refiero a productos de gastronomía o a la agricultura, y en este último caso no sólo para ofrecerlos a quienes vengan, sino también para exportarlos. Hay que saber explicar esas posibilidades al turista y empresario ruso que viene.
También existen esas posibilidades para la inversión española en Rusia, entonces...
Efectivamente. Productos como la fruta, la verdura y el vino tienen mucha demanda en Rusia, y en eso Alicante puede jugar un papel importante. Lo mismo ocurre con artículos de artesanía o industriales; ejemplos de ello en la Comunidad Valenciana son los azulejos y la porcelana.
¿Significa eso que el turista y el empresario ruso quiere ir más allá del clásico sol y playa?
El turista ruso que viene es de clase media y con un nivel cultural importante, no tiene únicamente la idea de sol y playa. Quiere ver también lugares históricos, visitar museos, conocer la cultura del lugar. Todo eso es muy importante. En ese aspecto, Alicante ofrece un patrimonio y unas tradiciones muy interesantes.
¿Qué le parecen las comunicaciones existentes ahora mismo con Rusia, necesarias para los flujos turísticos?
Muchos rusos vienen en vuelos chárter, pero se están incrementando también las conexiones regulares y eso es muy positivo. Recientemente se ha creado un nuevo vuelo directo entre Alicante y San Petersburgo, por ejemplo. La tendencia es a que las comunicaciones vayan en aumento, de forma paralela al incremento de residentes y turistas rusos.
