Desde los seis años los alumnos van a «aprender a vivir en sociedad», como contemplan los nuevos contenidos que ha desarrollado la Conselleria de Educación para el curso que viene en cumplimiento de la Ley Wert. Contenidos entre los que figura «la capacidad emprendedora de los miembros de la sociedad en los diferentes sectores económicos, y el estudio de la empresa como agente dinamizador de la economía», además de «Introducción a la educación financiera».
En el aula, esta teoría se debe traducir en la participación de los alumnos en el proceso de planificación del desarrollo de un producto, ordenar los pasos que hay que seguir, y expresar sus opiniones sobre el proceso y el resultado. En una palabra, emprendedores desde los seis años.
Aprenderán, además, las profesiones y actividades económicas de la producción de bienes y servicios -evitando expresamente los estereotipos sexistas-, y a introducirse en las finanzas a partir de averiguar el precio de un producto de consumo habitual por el etiquetado, así como calcular el precio de una compra sencilla.
La paga
En tercer curso la cosa se complica un poco más. Las nociones económicas introducen el consumo, el mercado, la comercialización y la distribución, así como «estrategias para mejorar la gestión de gastos e ingresos en el ámbito tanto personal como doméstico».
Con 8 años aprenderán a calcular los ahorros necesarios para poder afrontar gastos futuros. Se trata de que reconozcan a esa edad la importancia que tiene gestionar bien el dinero que se tiene -como pueda ser la paga en su caso- o el de la familia, echando mano de la planificación sobre lo que se puede gastar en función de los que se tiene, o calculando lo que haría falta tener en un plazo de tiempo determinado.
Ya en sexto curso, se introducen nociones para que los alumnos sean conscientes desde los 11 años de que «ser crítico con la publicidad es una condición hacia el consumo responsable».
Móviles
El «uso responsable» de las nuevas tecnologías se hace asimismo un hueco en las aulas de los niños más pequeños a partir de aprender que con el móvil se puede experimentar para reproducir sonidos. De hecho, en Interpretación Musical de primer curso de Primaria, el currículo contempla «explorar las posibilidades de los dispositivos electrónicos, móviles e informáticos, para reproducir y experimentar con el sonido».
Ya en cuarto y quinto, en la asignatura de Ciencias Sociales, se «usarán los medios digitales para facilitar el análisis de datos, la consideración de los hechos, la elaboración de textos, o para contar las conclusiones y estrategias utilizadas para llegar» a esos resultados.
En la también nueva asignatura sobre Valores Sociales, la alternativa a la Religión, se incluye «el uso de las nuevas tecnologías en las redes sociales que facilitan la comunicación». En concreto, en quinto curso, se evaluará el «diseño de la identidad digital, asumiendo la necesidad de protegerse frente a las malas prácticas», y analizando los «riesgos y ventajas» de las distintas aplicaciones.
Lo que no tienen en cuenta ninguno de estos nuevos currículos es la disposición de medios digitales con que cuentan los colegios, muy escasa en estos cursos tal y como señalan los maestros consultados.
