En el mundo de la cultura la presencia de la Casa Real en la provincia ha estado marcada por la Reina. Se desplazó a Alicante en el 91 para reinaugurar el Teatro Principal de la ciudad, dirigido entonces por Luis de Castro. «La Reina, si hay que definirla con una palabra, es discreción», apunta. «Los devaneos del Rey le han perjudicado, pero lo que más ha dañado la situación es el caso Urdangarín». De Castro, que ha coincidido un par de veces más con la Reina, de la que destaca su interés por la cultura, lamenta que el príncipe «tenga que empezar ahora a borrar todo lo malo; y ahora hay partidos que quieren un referéndum... España ha sido juancarlista y habrá que ver si es felipista».

También estuvo la Reina en Alicante para inaugurar el MARQ y para el concierto de apertura del Auditorio de la Diputación. El diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, recuerda que la Reina «siempre ha estado al lado de las instituciones de la provincia y nos ha acompañado en los momentos culturales más importantes». Considera que la Casa Real «ha encarnado en los últimos 40 años el progreso en España y el Rey tiene el don de saber estar en su sitio en cada momento».

La presidenta de la Sociedad de Conciertos de Alicante, Pilar Poveda, que ha acompañado en numerosas ocasiones a la infanta Margarita, hermana del Rey, durante sus visitas a la provincia, se mostró muy sorprendida, aunque «me parece lógico y natural porque en los últimos viajes lo he visto muy cansado». «Si ha creído que no iba a cumplir su misión ha sido un acierto porque el Príncipe está muy preparado».

La soprano eldense Ana María Sánchez recuerda que ha coincidido en varias ocasiones con el Rey, «porque le gusta la zarzuela», y sobre todo con la Reina. «Para mí son unas personas queridas y respetadas, y Doña Sofía es amante de la música y siempre ha apoyado a los artistas españoles». Sobre la abdicación, «no me lo esperaba» y asegura que «con el paso de los años se valorará el bien que ha hecho la Corona a este país».

El director de orquesta José De Eusebio, que ha coincidido en varias ocasiones con los miembros de la Casa del Rey, destaca que la monarquía «ha impulsado y apoyado con su asistencia» multitud de conciertos y actividades relacionadas con la música clásica, especialmente la Reina, y por ello son muy admirados entre los músicos. Respecto a la abdicación, De Eusebio, ganador de un Grammy, cree que «el relevo tenía que haberse hecho hace antes».

En la boda del Príncipe tuvo especial protagonismo el repostero eldense Paco Torreblanca ya que fue el autor de la tarta. «La experiencia a nivel personal fue buenísima, el Rey es una persona muy educada; fue el primero que nos felicitó después del Príncipe, y luego saludo a todo el equipo uno por uno». Torreblanca considera que «ha hecho la función que le corresponde; y el Príncipe da una imagen de modernidad».

Fue en la salida de la Audi Med Cup desde Alicante cuando el rey Juan Carlos cenó en el restaurante La Ereta que regenta Dani Frías. «Es muy sencillo, la cena fue distendida y luego estaba tan a gusto que se quedó fumando un puro y todo». Para Frías, «independientemente de las ideas que tengas, todo el mundo lo ha respetado, aunque ya está muy mayor y creo que esto es un punto de inflexión y los republicanos pueden tirar un poco para adelante».

Otra experiencia gastronómica con el Rey fue la de Kiko Moya, chef de L'Escaleta de Cocentaina, que le sirvió una comida en Aitana en los 90. «Es afable y cordial, y creo que ha sido esencial ese carácter para su imagen». Para el cocinero, «el tiempo es el adecuado y la situación también para que tome esta decisión, pero la gente podría tener voz en decidir si quiere un monarca o no».

El dibujante alicantino Paco Sáez se encargó este mismo año de ilustrar el área infantil de la nueva web de la Casa Real. «Cuando estuve en palacio todo fue muy natural y la gente fue muy amable. Para mí el Rey ha sido una figura crucial, dio mucha estabilidad al país pero luego se cometieron errores». «Creo que Felipe está aún más preparado que su padre, aunque se debería votar si queremos o no una monarquía».