Los institutos ya no tendrán que ofertar Religión a sus alumnos de Bachillerato obligatoriamente, únicamente a los de Secundaria, cuya enseñanza es obligatoria e incluye esta materia o bien la de Valores éticos forzosamente.

El proyecto de Real Decreto que regula el currículo básico de Bachillerato deja finalmente libertad tanto a los institutos como a la Conselleria de Educación, que dirige María José Catalá, para decidir cuáles de las hasta doce materias posibles, ofrecerán a sus alumnos.

En primer curso de Bachillerato deben cursar un mínimo de dos y un máximo de tres asignaturas específicas entre un catálogo en el que figuran junto a la Religión, Análisis Musical, Anatomía Aplicada, Cultura Científica, Dibujo Artístico, Dibujo Técnico, Lenguaje y Práctica Musical, Segunda Lengua Extranjera, Tecnología Industrial, Tecnologías de la Información y la Comunicación, y una troncal que no se haya cursado antes. La elección se establecerá «en función de la regulación y de la programación de la oferta de cada administración educativa y, en su caso, de la oferta de los centros docentes», sin que exista la obligación de ofrecerlas todas.

En segundo de Bachillerato, ocurre algo similar. Religión figura en la lista de asignaturas específicas entre las que los alumnos cursarán un mínimo de dos y máximo de tres. Donde no ocurre así es en la Secundaria obligatoria (ESO). Estos alumnos tendrán que cursar o Religión o Valores Éticos, a elección de sus padres, por lo que los centros deberán ofertar ambas posibilidades.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha reclamado en el trámite de la nueva ley del Ministerio de Educación, LOMCE, que se obligase a los centros a impartir Religión también durante el Bachillerato.