La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, anunció ayer en Bruselas que el Gobierno adoptará medidas extraordinarias para paliar la sequía que sufre la franja Mediterránea española (Alicante y Murcia son la provincias más afectadas), debido a la falta de lluvia que ha convertido los cinco primeros meses de este año en los más secos desde que se tienen datos. La ministra aseguró que habrá medidas fiscales y de otro tipo para ayudar a los agricultores. En Alicante, la situación es crítica debido a que se ha perdido el 90% de la cosecha de almendras, y la falta de agua amenaza con arruinar el arbolado (almendros y viñedos), lo que ha colocado a 40.000 hectáreas de cultivos de secano al borde del descalabro ambiental. Según Asaja, seis mil familias que viven directamente del campo están ya sin recursos.

El Gobierno descarta decretar la situación de sequía, que llevaría aparejada la restricción del agua para riego, porque los embalses no están muy mal, pero admite que los cultivos de secano se encuentran muy amenazados.

García Tejerina explicó que lo primero que hará el Ejecutivo será evaluar los daños que la sequía está causando en España, «en especial a los cultivos de secano, porque, afortunadamente, al menos los pantanos tienen agua y los cultivos de regadío no se van a ver afectados, pero es cierto que en algunas zonas de España, especialmente en el Levante, la sequía está siendo tremendamente dura». aseveró la ministra.

Una vez realizada la evaluación, «el seguro cubrirá a todas aquellas personas que están aseguradas, y con aquellas que no lo están, a través de medidas fiscales y otro tipo de medidas, trataremos de por lo menos amortiguar económicamente los daños que la sequía le está causando», añadió Tejerina.

Por su parte, el subsecretario de Agricultura, Jaime Haddad, mantuvo una reunión con las principales organizaciones agrarias, a las que trasladó la voluntad de diálogo y se comprometió a analizar las propuestas que se presenten y a estudiar las diferentes fórmulas que permitan aliviar la situación de los sectores más afectados. En su encuentro con Asaja, UPA, COAG y Cooperativas Agroalimentarias, el subsecretario recordó que las principales producciones afectadas han sido la agricultura de secano (cereales de invierno y leguminosas), incluidos los cultivos de almendro, vid y olivar; la ganadería extensiva (ovino y caprino) y la apicultura.

Los embalses no están, de momento, muy afectados. En la cuenca hidrográfica del Júcar la reserva está al 53% y en el Segura al 76%, pero no todos los agricultores tienen acceso a sus recursos.