Enyesadas pero sin pintar. Así han quedado las fachadas de los edificios del Barrio de José Antonio en las que el antiguo Instituto Valenciano de la Vivienda, hoy Eige, al que pertenecen estos bloques de promoción pública, actuó de urgencia para prevenir la caída de elementos a la vía pública debido a su deterioro, tan grave que llevó al Consell a plantearse el derribo del barrio. La rehabilitación parcial y urgente, presupuestada en 275.000 e, llegó tras las sanciones impuestas por el Ayuntamiento al antiguo IVVSA por incumplir las exigencias municipales de mejora de los bloques más deteriorados de la zona, quedando aparcada por falta de recursos la reforma interior de los pisos, con más de 50 años, y que el Consell alquila a familias con pocos recursos.
Esta intervención de urgencia, según denuncia Compromís, ha resultado un parche ya que «no se ha hecho en las condiciones mínimas exigibles, ni siquiera han pintado», denuncia Ignasi Bellido, secretario de la formación en Alicante, que considera que el antiguo IVVSA «debe poner en valor unas viviendas que son suyas. Se desentiende y está haciendo dejación de funciones, ya que no cumple con las obligaciones de la comunidad de propietarios, hay pisos tapiados cuando en Alicante hay una enorme necesidad de vivienda social, y una gran cantidad de pisos en los que han entrado personas sin casa y que tienen que ser regularizados», dijo. Compromís no tiene noticia de que se hayan iniciado las reparaciones en la última de las cuatro fases de bloques, y lo último que conocen es que se estaba redactando la memoria. Por ello creen que la obra está inacabada. Además, hay reiteradas quejas de vecinos por el mal estado de paredes y techos de las diversas estancias de sus viviendas, con riesgo de caída de los mismos, y denuncias por sonidos de ratas corriendo por la cubierta. También dicen que fugas de agua ya reparadas han dejado las paredes en mal estado y nadie ha ido a arreglarlas.
La diputada Mireia Mollá formuló en octubre varias preguntas al Consell sobre la intervención en el Barrio de José Antonio, consultando sobre las deficiencias que sufre, medidas adoptadas por la Generalitat para corregirlas, fecha de ejecución, si el Consell podía asegurar que no existe riesgo para la integridad de las personas en las viviendas, y si el Ayuntamiento de Alicante ha recomendado la demolición de algunos de los edificios debido a su deterioro.
En su respuesta, la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, pasa de puntillas sobre algunas de las cuestiones, reconociendo que el Ayuntamiento ha presentado varios requerimientos sobre diversos edificios de esta barriada de promoción pública, sin especificar las deficiencias, y que no consta que haya recomendando el derribo de ninguno de los bloques. «Con independencia de seguir desplegando los trabajos de conservación en el barrio, así como la atención de las reclamaciones formuladas por los inquilinos y la reparación de las patologías puntuales en los elementos comunes, la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (Eige) inició una campaña de inspección y de elaboración de informes de conservación de los edificios», señala Bonig, refiriéndose a las actuaciones de urgencia, acabadas, afirma, en dos fases y la tercera ya finalizando. La consellera añade que su departamento encargó al Laboratorio de Calidad y Tecnología de los Materiales un estudio sobre el estado de la estructura de los edificios del grupo, y que están analizándose las conclusiones para acordar actuaciones. Compromís reclama transparencia y que se hagan públicos los informes técnicos. «Dicen que la actuación de emergencia no suponía que exista un peligro estructural pero queremos saber los resultados».
