La diabetes, como cualquier enfermedad crónica, ocasiona notables molestias a quien la padece, pero permite mantener una calidad de vida muy aceptable, sobre todo si se tienen en cuenta diversas precauciones en torno a la alimentación, el ejercicio físico y el seguimiento del correspondiente tratamiento farmacológico. Ésas son algunas de las cuestiones en las que incide una novedosa terapia que está desarrollándose en Alicante, en la que son los propios diabéticos quienes, en grupo, toman conciencia de los hábitos saludables que deben seguir y que les ayudan a convivir con su dolencia con relativa comodidad. La iniciativa, puesta en marcha en colaboración con la Asociación de Diabéticos de Alicante, es pionera en la Comunidad Valenciana, y está ya implantada en ocho de los 11 centros de salud adscritos al Hospital General; pronto se extenderá a los tres restantes.

Los talleres en grupo son la última fase de una terapia que consta primero de sesiones teóricas sobre la diabetes, en dos periodos distintos. El primero se prolonga durante nueve meses y se realiza en la consulta de Enfermería, mientras que el segundo consta de otras tres visitas. Finalmente, acuden a las sesiones prácticas, en las que se les explica, por ejemplo, que pueden llevar una dieta totalmente variada, limitando la ingesta de determinados alimentos, y que el ejercicio les previene de otras complicaciones.

Gracias a esto, tal y como destaca la enfermera responsable de los talleres, María del Carmen Rodríguez, los diabéticos toman más control sobre su dolencia y eso les refuerza la autoestima. Algunos pacientes se convierten también en «monitores» de otras personas, por su capacidad para transmitir las ideas que se difunden en las sesiones y su concienciación con los hábitos a seguir. Una de estas mujeres se encargó precisamente ayer de demostrarlo durante la visita que el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, realizó a uno de estos grupos de terapia en el centro de salud de Campoamor.