Dos millones de euros. Es la cantidad de los fondos Feder correspondientes a la aportación de la Conselleria de Infraestructuras, que siguen sin llegar de Bruselas, y que son los que han provocado en las últimas semanas la paralización de las obras para que los trenes de Cercanías puedan entrar en Alicante por el túnel del AVE, algo que ha dejado sin fecha la eliminación del paso a nivel de Ausó y Monzó. El Ayuntamiento de Alicante, socio de Avant -coordinadora de las obras- sostiene que los trabajos no se han parado -«están ralentizados, según la concejala Marta García Romeu», pero lo cierto es que en la zona apenas hay actividad. Avant se comprometió con la Plataforma Renfe a que las obras volverían a su ritmo habitual a partir de la segunda quincena de este mes, pero los vecinos no se fían.

Por otro lado, el Ayuntamiento anunció ayer que va a reclamar al Ministerio de Fomento que ordene a Renfe el desbloqueo de la venta de billetes de la línea de alta velocidad entre Alicante y Madrid que la compañía tiene parada a partir del 15 de junio, justo en la semana en la que Alicante se llena gracias a la celebración de las fiestas de las Hogueras de San Juan. La falta de información sobre la venta de los billetes de cara a la temporada alta turística ha generado malestar en la Concejalía de Turismo y en el sector porque, además, es la única línea de AVE de España en la que todavía no están a la venta, debido a que Fomento todavía no ha decidido el incremento de los servicios y nuevos horarios del AVE.

Por su parte, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, que ayer visitó la zona donde están paradas las obras, denunció que «la construcción de una estación intermodal en Alicante es fundamental para integrar el tráfico ferroviario y la cabecera de las líneas de autobuses, taxis y tranvías, pues en la actualidad la estación de tren y la de autobuses se encuentran separadas por cerca de un kilómetro, mientras que la distancia entre la estación de tren y la parada de Tram de la estación subterránea de las plaza de los Luceros es de cerca de 600 metros», subrayó Baldoví.