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Carrera de obstáculos en el parque de la Ereta

El desgaste de los accesos, la proliferación de grafitis y la falta de mantenimiento incrementan el deterioro y la peligrosidad de la zona

Un hombre ayuda a su mujer a cruzar entre los escalones que en su origen se diseñaron para facilitar el paseo y que ahora apenas se diferencian de la propia ladera del monte FRANCISCO GONZÁLEZ

Una enorme pintada obscena en un banco recibe a los paseantes de la Ereta. Llama la atención por lo explícito pero no por su singularidad, ya que los muros y superficies proclives a ser pintadas del parque están llenos de grafitis, una práctica que parece imposible de erradicar y que no hace sino sumarse al deterioro general del parque que en algunas zonas necesita un repaso con urgencia. De hecho, los alicantinos y turistas que en estos días festivos han optado por pasear por el parque en la zona que bordea las murallas del castillo de Santa Bárbara se han encontrado con escalones rotos, peligrosos e impracticables, vegetación reseca y descuidada, y fuentes sin agua y en algunos casos incluso sin grifos ni conexiones a la red.

Uno de los puntos más emblemáticos del parque, el Jardín del Agua, situado sobre los pozos de Garrigós, está vallado y cerrado desde hace más de ocho meses debido al riesgo de desplome de su pérgola de madera trenzada, sin que por el momento haya previsión de repararla debido a la falta de presupuesto, mientras los espacios que fueron diseñados para facilitar los accesos se encuentran en muchos casos hechos polvo y resultan incluso peligrosos como constató el pasado domingo una pareja que tuvo que apoyarse mutuamente para poder salvar algunos tramos.

Dede el área de Atención Urbana del Ayuntamiento se ha señalado que el deterioro del parque se debe en gran medida a los actos vandálicos y al botellón, ya que las inmediaciones del parque son utilizadas con frecuencia por los jóvenes como lugar de reunión para beber. El concejal Andrés Llorens, señaló ayer, no obstante, que «en breve se va a acometer la reparación de los accesos sobre todo para garantizar su seguridad, y la puesta en marcha de las fuentes», trabajos que acometerán las brigadas municipales.

El parque de la Ereta se remodeló en el año 2003 con un presupuesto de once millones de euros que sufragó la Generalitat en lo que fue concebido como una nueva zona de recreo para alicantinos y visitantes en la ladera del Benacantil aprovechando su privilegiada ubicación y sus espectaculares vistas al mar. Diez años después, y aunque el parque mantiene en un estado aceptable los paseos más anchos, la zona ha sufrido un notable deterioro, sobre todo en los tramos que cubren los mayores desniveles de la ladera y que en su momento se salvaron con grandes escalones blancos que ahora en algunas zonas resultan impracticables. Los actos vandálicos y los grafitis se han unido a la falta de mantenimiento para ofrecer una imagen descuidada y peligrosa en uno de los parques más emblemáticos de la ciudad.

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