Los catorce heridos que ayer precisaron atención hospitalaria -seis niños y ocho adultos- después de que cinco castillos hinchables salieran volando como consecuencia de una ráfaga de viento ya están en sus domicilios.

Un incomprensible accidente que pudo derivar en tragedia. Cinco castillos hinchables llenos de niños salieron ayer volando hasta cinco metros de altura en Alicante, dejando al menos 23 personas heridas, la mayoría menores. Catorce de los lesionados fueron trasladados al Hospital General, entre ellos tres niños con fracturas en extremidades superiores (brazo o muñeca). Uno de estos menores, una niña de seis años, estaba previsto que pasara la noche en observación, ya que presentaba además un fuerte golpe en el tórax, aunque las pruebas realizadas descartaron lesión alguna y anoche a última hora recibió el alta.

Pese a las impactantes imágenes que dejó el siniestro, con personas sangrando abundantemente por brechas en la cabeza, otras inmovilizadas a la espera de ser evacuadas, dramáticas escenas de menores lesionados con sus familiares y los incesantes llantos de los niños asustados, no hubo que lamentar heridos de mayor consideración.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para aclarar por qué los anclajes de las cinco atracciones infantiles instaladas en un evento organizado por la hoguera La Ceràmica en el parking de la calle Teulada, donde se celebra el mercadillo, no resistieron las rachas de viento, según indicaron fuentes policiales.

Todos los anclajes saltaron por los aires pasadas las 11.30 horas de ayer. Se celebraba allí una concentración de coches clásicos y antiguos con la colaboración de Retro Alicante, que incluía música, barras con comida y bebida y estands de venta de vehículos, entre otras actividades. Además, la hoguera La Ceràmica, responsable del evento, había contratado cinco castillos infantiles que se instalaron en el extremo más cercano a la Gran Vía.

El viento arrancó de cuajo los cinco castillos, levantándolos hasta cinco metros en un momento y acabando uno de ellos en el parking de abajo, a más de 100 metros de donde estaba. Otro fue a parar sobre unas motos expuestas donde había varias personas y otro sobre una mesa con patas de hierros que quedó destrozada.

Los castillos no sólo salieron volando con al menos una docena de niños en su interior, que cayeron al suelo o aguantaron como pudieron dentro, sino que además estos hinchables golpearon a otras personas que se encontraban en la zona en su imparable desplazamiento. La mayoría de lesionados presentaba contusiones leves, brechas y erosiones, según fuentes municipales y sanitarias. Los heridos fueron atendidos inmediatamente por un retén de voluntarios de Protección Civil, una ambulancia y enfermero que el Ayuntamiento había habilitado para un evento lúdico-festivo, junto con un Samu.

Dispositivo de emergencias

Rápidamente este gran aparcamiento se llenó de decenas efectivos de emergencias y de las fuerzas de seguridad. El dispositivo destinado para este evento funcionó con celeridad y fue reforzado por dos ambulancias más y 30 voluntarios que cubrían la carrera de los castillos que tenía su meta en la pista de atletismo que hay en la zona, además de bomberos y agentes de la Policía Local y Nacional. Los servicios de emergencia trasladaron a 14 personas -8 adultos y 6 niños- al Hospital, atendiendo allí mismo a otra decena de personas.

Por su parte la Policía Científica de la Policía Nacional estuvo examinando la zona, los castillos y los anclajes destrozados, recogiendo pruebas y tratando de reconstruir cómo estaban distribuidos los juegos. Ahora se trata de averiguar por qué las sujeciones de los cinco castillos cedieron en una jornada que no se caracterizó por el fuerte viento, aunque era racheado y los juegos estaban instalados en una zona muy expuesta y amplia. Según Aemet, la velocidad del viento a mediodía, cuando ocurrió el siniestro, era de 16 km/h, con rachas de hasta 32 km/h.

Por su parte el responsable de la empresa de los castillos hinchables explicó a la Policía Nacional que no entendía qué había podido pasar, ya que todo estaba en condiciones, bien anclado, y contaba con los permisos y seguro.

De cualquier forma el Ayuntamiento también ha abierto una investigación para verificar que administrativamente estuviera todo correcto, y la Policía Local intervino los hinchables, que se han llevado al depósito de Bacarot para la investigación de hechos.