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Rosa María Ceballos, segunda en el MIR nacional y primera de la Comunidad Valenciana de 2014

«Los avances de la ciencia pasan por la investigación, pero prefiero el contacto con el paciente»

Rosa María Ceballos ha obtenido la segunda mejor nota en el último examen MIR a nivel nacional y se prepara para empezar su segunda especialidad: Dermatología

«Los avances de la ciencia pasan por la investigación, pero prefiero el contacto con el paciente»

Rosa María Ceballos (El Campello, 1984) podría presumir de haber obtenido la segunda mejor nota en el último examen MIR, de entre los 11.696 estudiantes que se presentaron, pero no lo hace.

¿Cuánto tiempo hay que estudiar para poder ser la número dos del MIR de este año 2014?

Mucho, demasiado. Desde que terminas la carrera, estás unos siete meses centrada sólo en el MIR. Durante ese tiempo, entre semana sueles estudias en casa o en la biblioteca alrededor de unas ocho o diez horas al día. Luego el sábado, en la academia [la mayoría de los estudiantes recurren a la ayuda de profesionales para preparar mejor el examen] tienes una clase que puede durar hasta unas nueve horas. Y, supuestamente, el domingo descansas. Pero...

¿Pero...?

Al principio sí que descansas, pero cuando se acerca la fecha del examen empiezas a agobiarte y a estudiar también los domingos. A veces hacía algo de deporte, necesitaba relajarme. El examen cuenta un 90% y un 10% el expediente de la universidad. De ahí sale el ranking del MIR. Cuanto más arriba estés, más facilidad para elegir la especialidad que quieres en el hospital que te apetece. Por eso se dice que estar entre los mil primeros es un éxito.

Y va y queda la número dos.

No lo esperaba. No depende sólo de ti. Puedes estudiar mucho, pero sabes que el resto de personas que se presentan al MIR también se preparan al máximo y son muy listos. En las academias te hacen simulacros de exámenes, pero luego está el factor suerte, que es clave. En el examen -que es tipo test- dudas entre las cinco opciones que te dan. Cuando me enteré del puesto, me empezaron a temblar las manos... No me lo acababa de creer. Es un orgullo ser la número dos de España, pero soy consciente de que el azar influye un montón, no me considero la segunda mejor de todos.

¿Conoce al número uno?

Sí, la casualidad ha hecho que haya elegido la misma especialidad y en el mismo sitio que yo.

¿Y cuál es?

Dermatología. Quería una especialidad resolutiva, que viese a niños y que pudiera hacer voluntariado. Dudaba también entre pediatría y traumatología.

¿Y en Madrid, verdad?

Allí hice mi otra especialidad, Neurología, en el 12 de Octubre. Tengo muchos amigos y también a mi hermana gemela, que ya está trabajando en un hospital tras terminar también la especialidad de Dermatología. Y además, está muy cerca de Alicante en AVE.

Dermatología, como decía, es tu segunda especialidad...

Sí, hice Neurología, que es muy interesante, pero a veces no puedes ayudar demasiado a los pacientes. Por desgracia, te llegan muchas personas a las que sólo puedes diagnosticarles la enfermedad y ofrecerle un tratamiento paliativo, pero no curarles. Una demencia, por ejemplo, se puede frenar, pero no devuelves al paciente al estado previo a la enfermedad. He comprobado que mi carácter no casa con esa especialidad, necesito ayudar más.

Su formación universitaria se desarrolló en la facultad de la UMH en Sant Joan.

Sí, excepto unos meses que estuve con una beca en Manchester. El contenido de la carrera me gustó, aunque había asignaturas mejor y otras peor organizadas.

Una carrera dura, ¿verdad?

Al menos en mi época, teníamos exámenes cada dos o tres semanas, así que no podíamos descansar nada. Mientras tanto, el resto de mis amigos, que estudiaban otras carreras, tenían sólo exámenes en febrero y en junio, y se pasaban muchos meses relajados. Es una carrera muy esclava.

Visto lo visto, ¿repetiría?

Sí, la volvería a hacer, aunque también me gustan otras carreras.

¿Por qué eligió Medicina al dar el salto a la universidad?

Siempre he tenido muy claro que me gustaban las ciencias, pero dudaba entre Fisioterapia, Veterinaria, alguna ingeniería y Medicina. Me costó decidirme, pero al final me decanté por esta carrera porque era una manera directa de ayudar a los demás.

Pero hay tradición familiar...

Mi padre es anatomopatólogo, un médico que mira por el microscopio. Pero él siempre nos aconsejó que no hiciéramos medicina, que es una vida muy perra.

¿Le gustaría acabar como su padre, detrás del microscopio? ¿Le apetece investigar ya?

Me gusta la investigación, los avances de la ciencia pasan por ahí. Pero no me gustaría dedicarme solo a la investigación, preferiría compatibilizarla con el trato directo con el paciente.

¿A qué descubrimiento le gustaría ligar su nombre?

Me he alejado un poco de la Neurología, pero me gustaría avanzar en los problemas musculares que sufren algunos niños y que les hacen perder fuerza de forma progresiva e incluso morir a edades muy tempranas.

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