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Sonia Castedo: «Estoy de las líneas rojas, azules y amarillas hasta la coronilla»

La alcaldesa de Alicante admite su malestar con la política impulsada por Fabra para evitar que los imputados formen parte de las listas electorales

Su más que reciente maternidad no aplaca un ápice su carácter. De hecho, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, afirmó ayer que está «hasta la coronilla» de «las líneas rojas, azules y amarillas», en una clara alusión a las barreras que intenta poner el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para evitar que los imputados vayan en listas electorales. Pero Castedo fue más allá, y llegó a asegurar que, de no haber sido blanco de las críticas desde todos los flancos, habría valorado dejar la primera línea de la política al concluir esta legislatura. «Si no me hubiesen tocado tanto las narices, me plantearía si dejar la política ahora que tengo un bebé en casa», añadió la regidora, para subrayar: «Mi recorrido político ahora no tiene ningún límite».

Castedo, acompañada en todo momento por su marido Arturo Soto, recibió ayer a INFORMACIÓN en su habitación de la clínica Medimar, donde el pasado martes dio a luz a su segunda hija, Carla. Con una sonrisa instalada en su cara, la alcaldesa sólo torció levemente el gesto cuando la corrupción tomó protagonismo en la conversación. «El tema aburre a casi todo el mundo. La gente quiere que la ciudad mejore», apostilla la regidora, que espera ver en los próximos meses cómo se desbloquean las obras de la entrada sur, del barranco de las ovejas y de la Vía Parque. «Podría desear que se hicieran otros proyectos, pero debo ser realista», afirma.

Su segunda maternidad le ha obligado a dejar el mando temporal del Ayuntamiento en manos de Andrés Llorens, aunque asegura que regresará «pronto». «Eso sí, cuando esté al 100%, porque mi trabajo no me permite volver sin estar a tope», agrega Castedo, quien subraya que el permiso de maternidad es «un derecho y no una obligación. A mí nadie me tiene que decir cuánto tiempo debo estar de baja. En mí mando yo, y yo no me puedo permitir estar cuatro meses fuera del Ayuntamiento. Pero si tengo que llevarme a mi hija al despacho, lo haré, no tendré ningún problema. ¿Alguien piensa que no me gustaría estar con mi niña en mi casa durante cuatro meses...? ¡Y durante un año!», asevera la alcaldesa, al tratar en primera persona el asunto de la conciliación familiar.

Con todo, admite que le cuesta desconectar de la actualidad municipal. «Llevo fuera desde el lunes, hace apenas unos días, pero sé todo lo que ocurre allí. Estoy al tanto de los temas que van a pleno, de las comisiones que se celebran... Me informan de todo», explica Castedo desde la habitación anexa a la suya, en la que descansa Carla en brazos de su hermana Antía. Rodeada de ramos de flores -su marido estima que habrán recibido casi un centenar-, la alcaldesa confirma que los concejales le han felicitado por su maternidad, y que van a visitarla «por turnos». «Preguntan antes de venir, para no molestar mucho». También le ha enviado una flor Miguel Ull (portavoz de PSOE en el Ayuntamiento) y un mensaje Fernando Llopis (de UPyD). «Y el presidente Fabra también me envió una cesta y un mensaje, al que respondí en el mismo instante», puntualiza la regidora poco después de criticar la línea roja impulsada por el jefe del Consell.

Ausencia en Santa Faz

El regreso de Castedo a la actividad política aún no tiene fecha, aunque espera que no se prolongue más allá de un mes. «Ya sé que este próximo jueves me voy a perder, por primera vez en mi vida, la romería a la Santa Faz. Es una pena, pero es cierto que pude estar con ella hace unos días, cuando visitó la ciudad [por el 525 aniversario del Milagro de la Lágrima]», relata la alcaldesa, quien ya tiene apuntada en la agenda una de sus primeras citas tras recuperarse de la cesárea: «En cuanto pueda, iré a ver a las monjitas, a las que ya he mandado una foto de móvil de Carla».

Entre sus actividades pendientes, Castedo promete responder a todas las personas que le han mandado un mensaje de felicitación en las últimas horas. «¿Cuántos he recibido? No lo sé, he perdido la cuenta. Pero es cierto que mucha gente de la ciudad ha vivido mi embarazo como algo propio», recalca la regidora, a la vez que su gente le da algunas cifras registradas en su perfil de Facebook desde que dio a luz: ha recibido miles de comentarios públicos y privados y de «me gusta» a la foto de su hija que subió el mismo día del nacimiento. «Me da vértigo abrir Facebook porque tengo muchos mensajes por contestar... Pero lo haré», admite Castedo, mientras mira de reojo la tableta desde la que responderá las felicitaciones de amigos, conocidos y ciudadanos de a pie.

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