­­¿Realmente agradecen los alumnos las nuevas píldoras formativas, o les da igual?

Antes el profesorado ponía unos ejercicios y daba unos contenidos obligados por ley, pero con quince clases al semestre a duras penas se pueden dar todos los temas y, además, corregir ejercicios. En la Universidad no da tiempo, así que ahora se le dice al alumno «búscate la vida, te ves la píldora que he grabado cuando tú quieras y luego, en clase, podemos trabajar de forma mucho más cercana». Puedo asegurar que ganamos todos, y mucho, aunque el mayor esfuerzo lo hace de entrada el profesor.

¿Se llegará a tener una universidad paralela en la red?

La nube introduce un concepto diferente como es tener todos los recursos de la Universidad en internet, pero de verdad. Tenemos equipos audivisuales conectados a la red en las aulas, pero luego había que coger el pen, llevárselo a casa y continuar. Ahora dará igual que estés en el despacho, en el aula, o en un congreso en el extranjero, porque donde dejaste editando tu documento, ahí sigue y cada uno entra con su propia cuenta y usurario cuando quiera. Es la nube global de educación de la universidad que estrenaremos en septiembre.

¿Cómo se financia todo esto?

Todo lo que estamos haciendo desde hace dos años ha sido a coste cero. Con financiación habría sido más rápido. Se emplean los recursos que ya pagan los ciudadanos, con nuestra gestión, los medios informáticos de que disponemos y el trabajo de los docentes. No se ha invertido más.

¿Y las salas de grabación?

La FragUA sí supone una inversión grande en términos de recursos que proceden del proyecto europeo Red.es. Por eso estamos comprometidos a tener resultados. Son millones de euros porque además se montó un taller de realidad virtual en tres dimensiones para el diseño de videojuegos y el trabajo con empresas en tres dimensiones. Al lado de esto, lo más económico es la FragUA.

El reto está en lograr examinar por internet...

La oficialidad del examen en red es un problema internacional no resuelto todavía ni por Stanford ni por nadie. Lo más importante para esas estrategias no es ir solo como UA, sino alineados con otras instituciones internacionales y federarnos. Implica independencia para cada uno es su ámbito, aunque se salga de cara a la sociedad en común, como uno solo.

¿Cuál será el sello propio?

En nuestro ámbito podemos ser tan grandes como Standford y MIT. El peso de las universidades españolas federadas puede estar en el mundo latinoamericano, porque somos sus referentes en el idioma y es un mercado por explotar.

¿La universidad sin papel ahorra?

Crear una universidad sin papel ahorra millones de euros pero en la práctica es mentira porque requiere una inversión tecnológica y mantener además el papel porque algunos quieren seguir imprimiendo, está el tóner y el método en general. Hay que estar mucho tiempo manteniendo los dos sistemas.

¿Tardará mucho entonces?

El riesgo de las tecnologías es precisamente que, cuando hay una nueva, tienes que establecer mecanismos para trabajar con la nueva y con el antiguo método también, y ser capaz de trabajar con dos a la vez. Si solo tuviéramos que hacer el cambio tecnológico estaría listo en dos meses.