Los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo Mediterráneo consideran que "la solidaridad" de la UE con sus Estados miembros del sur afectados por "la llegada desordenada de flujos migratorios" debe incluir apoyo financiero.

Los titulares de Exteriores de Italia, Portugal, Francia, Chipre, Malta, Grecia y España, reunidos hoy en Alicante, sostienen, además, que la cooperación de la UE para actuar contra la presión migratoria debe incluir programas e instrumentos financieros que promuevan el desarrollo económico y social de los países de origen y tránsito.

Ambas propuestas han quedado reflejadas en el documento que han suscrito los ministros de Asuntos Exteriores de los siete países que integran el Grupo Mediterráneo.

La política europea de vecindad, como preparación para el Consejo de Asuntos Exteriores del próximo mes de mayo, y con especial atención al estado de la vecindad sur de la UE, ha sido el principal tema tratado por los ministros.

Según el documento consensuado por los siete ministros, el desafío de la presión migratoria, que, lejos de disminuir, ha aumentado, debe ser abordada de "manera global, a través de la adopción de medidas tanto a corto como a largo plazo, en la UE y en terceros países, en los que la Unión Europea y la comunidad internacional deben movilizar recursos.

En opinión del Grupo Mediterráneo, es necesario mantener y reforzar el control de las fronteras externas de la UE -tanto terrestres como marítimas- a través de Frontex, que debe concentrarse en su misión principal de actividades operacionales, incluyendo las operaciones conjuntas con una participación mayor de los Estados miembros.

"Los esfuerzos nacionales, por importantes que sean, no son suficientes", ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien ha reiterado en rueda de prensa la necesidad de que toda la Unión Europea colabore y coopere.

En este sentido, los ministros han incluido en el documento una petición para que la política migratoria de la UE esté plenamente integrada en su acción exterior, de forma que "los objetivos" de la política migratoria estén presentes en el momento de diseñar y ejecutar su política exterior".

Además, los ministros entienden que las asociaciones de movilidad ya firmadas con Marruecos y Túnez deben estar dotadas de una financiación suficiente de la UE, y esperan "con interés" la firma de más acuerdos con terceros países del área mediterránea.

En este sentido, abren la puerta a abrir un diálogo regional sobre cuestiones migratorias con los países de África del Este.

El ministro galo de Exteriores, Laurent Fabius, que también ha intervenido con la prensa, ha dicho que la inmigración, diferenciando la regular de la irregular, es "un hecho, una oportunidad y un problema" .

A su juicio, Europa y los países de procedencia de la inmigración deben actuar "para evitar los dramas" humanos terribles que conlleva la inmigración irregular.

Fabius ha apuntado que "no hay que confrontar el interés de Europa por el este y el interés de Europa por el sur". "El interés común de los europeos es estabilizar la vecindad" en cualquiera de sus fronteras, pues Europa "tiene intereses" en todo su perímetro.

Entre las prioridades recogidas en el documento suscrito figura la lucha contra las redes criminales y la trata de seres humanos, y acciones "decididas" respecto a las formas de retorno y readmisión para que los inmigrantes en situación irregular en la UE puedan volver con "rapidez" a sus países de origen, "en pleno respeto a sus derechos" y sobre la base de los estándares internacionales.

Este foro ha hecho hincapié en la importancia de que estas cuestiones sean abordadas en el Consejo Europeo del próximo mes de junio.