La Conselleria de Medio Ambiente ha puesto en marcha, con los agentes medioambientales y en colaboración con la Policía Autonómica, un dispositivo especial de control de los vehículos a motor, especialmente motocicletas, por las sendas y terrenos forestales de la provincia de Alicante para tratar de acabar con la conducción ilegal por el monte y las pistas forestales, algo que ocasiona graves deterioros en la fauna y la flora de la provincia. Las multas para los infractores oscilan entre los 600 y los 18.000 euros, en función del daño que provoquen.

La conducción incontrolada provoca el deterioro de las pistas y sendas forestales, vías de tránsito para la conservación de los montes, especialmente para la vigilancia y extinción de incendios forestales. Según el Consell, cada año aumenta la erosión en sendas y terrenos forestales, lo que ha llevado a organizar estos servicios conjuntos que pretenden evitar alteraciones en el hábitat de la fauna y en la riqueza cinegética. Los vehículos a motor sólo pueden circular por las pistas forestale, pero no por las sendas, ni por supuesto, monte a través. El límite de velocidad en las pistas autorizadas es de 30 km/h.