Más de la mitad de los estudiantes de Secundaria que a partir de hoy podrán recibir clases gratuitas por las tardes en sus institutos, para tratar de superar el curso, son de la provincia de Alicante, lo que revela los peores resultados educativos de la Comunidad. De los 10.000 alumnos que recibirán estas clases extra, más de 5.000 pertenecen a institutos de la provincia.

La Conselleria de Educación implanta el programa Exit 2 en los institutos precisamente para tratar de reducir unas cifras de fracaso escolar que afectan al 35% de los estudiantes de la Comunidad, entre las que peores resultados obtienen en todo el país.

Los 500 profesores interinos que la consellera Catalá había anunciado que contrataría para impartir estas clases durante cinco horas a la semana, repartidas de lunes a viernes y solo excepcionalmente algún sábado, han quedado reducidos finalmente a 300, como informarón ayer desde Educación mediante un comunicado.

Los grupos de alumnos, hasta un millar de aulas organizadas en la Comunidad previo acuerdo del profesorado con las familias de los alumnos para que se comprometan a aprovechar estas clases gratuitas, no exceden de 15 estudiantes, «Serán de 10 a 15 por aula para poder reforzar los contenidos de las materias instrumentales, Lengua y Matemáticas fundamentalmente.

El programa que le precede, Exit 1, implnatado en su día por el anterior conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, apenas tuvo repercusión porque, siendo gratutito para el alumnado, debía contar con la voluntariedad del profesorado, que no se mostró dispuesto a llevarlo a cabo en plena batalla contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía que en la Comunidad se obligaba a impartir en Inglés, amén de la retirada de los complementos a que daban derecho los sexenios y que también redujo Educación para pasar a tratar de compensar con esta misma medida a quienes se ofrecieran a dar las clases de repaso escolar.

Excluidos

Los alumnos con peores circunstancias familiares socio-económicaas tienen prioridad a la hora de recibir este refuerzo educativo, así como los que aprovechen las enseñanzas, pero el programa se circunscribe a los estudiantes de los institutos públicos.

La federación de padres de alumnos de los centros concertados, Escuela y Familia, ha hecho llegar repetidametne su protesta por lo que considera una «discriminación» en toda regla para los alumnos de estos colegios «como si en la concertada no hubiera repetidores», se queja Julia María Llopis. El retraso en pohnerlo en marcha también provoca críticas.