Pagado por fieles de la iglesia franciscana y por familias de la cofradía del Ecce Homo, a la que pertenece, la Virgen de la Amargura desfilará este Martes Santo por primera vez bajo palio, que será de estilo clásico en terciopelo granate. Se trata de la última etapa de la transformación del trono a costal que se inició hace dos años en una orfebrería de Torralba de Calatrava, en Ciudad Real, y que ya permitió ver la pasada Semana Santa a los costaleros cargando el peso de esta escultura del sevillano Castillo Lastrucci sobre el cuello.
El diseño de los orfebres, de acuerdo a las premisas de la hermandad, supuso el arreglo de la parihuela y de la canastilla para que los costaleros puedan respirar desde su interior. El palio es un trabajo en estilo neobarroco que, según explicó desde la hermandad Víctor Ñeco, incluye el diseño de los varales del palio y la crestería del techo, que lleva motivos alusivos a la coronación de la virgen y la orden franciscana. En cuanto a las bambalinas, irán también en terciopelo granate con borlas y fleco de canutillo de oro. El techo de palio estará decorado con una pintura al óleo de la Inmaculada coronada que está en la parroquia franciscana, obra del alicantino Gaspar Huertas. Una vez acabado el palio, que se bendice el domingo, quedan pendiente los bordados, los candelabros de cola y la candelería. El Martes Santo la imagen de la Virgen estrenará también una saya blanca donada por el indumentarista Pepe Espadero, y lucirá su manto un metro y medio más largo ya que se ha prolongado por necesidades del palio en un trabajo realizado por la bordadora alicantina que lo cosió hace 20 años.
