El puerto de Alicante recuerda al fin a todos los republicanos que se vieron atrapados en sus muelles en las últimas horas de la Guerra Civil, hace ahora 75 años. La Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica inauguró ayer un monolito en el que se explica el triste episodio de las miles de personas que se agolparon en el entorno portuario alicantino a finales de marzo de 1939, con la esperanza de poder huir, pero que en su gran mayoría fueron apresadas por las tropas fascistas italianas, aliadas de los sublevados contra la República. Tan sólo en torno a una sexta parte de los hacinados en el puerto lograron escapar a bordo del barco Stanbrook, tres de cuyas pasajeras -y la hija de un cuarto- fueron las encargadas de descubrir el monumento conmemorativo.

La inauguración del monolito y el homenaje a todos los que tuvieron el puerto de Alicante como primer escenario de la represión o el exilio fue el punto culminante a los actos de conmemoración del 75 aniversario del final de la Guerra Civil en la provincia, que la Comisión Cívica ha realizado en las últimas semanas. En el lugar se reunieron varios centenares de personas -llamaba mucho la atención, aunque resultara lógica, la numerosa presencia de hombres y mujeres de edad muy avanzada-, entre las que se distinguió a las hermanas Alicia y Helia González, así como Pilar Alemañ y Laura Gassó. Las tres primeras y el padre de la cuarta -piloto republicano- formaron parte del pasaje del Stanbrook, teniendo de esta forma la suerte de escapar de la represión que el resto, unas 15.000 personas, sufrió de una u otra forma.

Por parte de la Comisión Cívica, la profesora de Sociología de la Universidad de Alicante (UA) y exconcejal de EU María Teresa Molares recordó que estos días se cumple el «aniversario de la derrota final de un proyecto democrático», que dejó paso a un régimen que tenía «el terror como sistema de aprendizaje», incluso, dijo, «en escuelas y campamentos juveniles». Molares animó a los asistentes a «evitar que se cumpla el objetivo» de los vencedores de la guerra de «que los trabajadores no tengan historia» y, en este sentido, se felicitó de que «por fin» se pueda «reconocer los espacios ocultados» como el puerto de Alicante, donde hasta ahora nada recordaba la «ignominia» acontecida aquí en marzo de 1939. La Autoridad Portuaria ha colaborado para que, 75 años después, una placa rememore aquellos hechos y rinda homenaje a quienes fueron víctimas de los mismos.

En nombre de la Universidad de Alicante tomó la palabra la directora de la sede ubicada en la propia ciudad, Josefina Bueno, quien apeló al «compromiso individual y colectivo» en torno a este tema y señaló que, del puerto de Alicante, los republicanos «pasaron al olvido, el encarcelamiento, la represión o la resistencia en el exilio». Defendió que «recordar no es vengar, sino recuperar la dignidad», e incidió en que el monolito «permitirá a alicantinos y visitantes saber que éste fue un lugar emblemático en la ciudad y en la historia». También intervino el presidente de la asociación Foro por la Memoria de Madrid, quien hizo hincapié en que «no hay derecho a que todavía haya personas enterradas en las cunetas» y reivindicó «la memoria de los que luchaban por la dignidad y la democracia», como los atrapados en el puerto de Alicante.

El monolito inaugurado ayer, situado en el acceso al muelle de Levante del puerto, recuerda en castellano, valenciano e inglés que en marzo de 1939 se dieron cita allí miles de personas con la esperanza de escapar «de la represión que se avecinaba», aunque sólo una pequeña parte lo logró. También se cita que con ese episodio «acabó la Guerra Civil española y empezó la dictadura». El autor del monumento, Roberto Navarro -cuyo abuelo y tío sufrieron la represión posterior a la guerra, el primero con la muerte-, confió en que la placa «sirva para reflexionar» en torno a que «miles de personas dieron su vida por un mundo más justo y tolerante, y que su sacrificio no sea en vano». Tras descubrirlo se lanzaron flores al mismo mar que fue testigo de los hechos de marzo de 1939, mientras la banda de música interpretaba el Himno de Riego, «La Internacional» y «A las barricadas».