El principal fundamento empleado por la consellera, María José Catalá, con la jornada continua partía desde un principio de que la decisión fuera mayoritaria entre los padres, y así lo refleja el porcentaje del 90% de síes necesario para poder ser tenido siquiera en cuenta para concederla a un centro. Sin embargo la filosofía que expone la resolución de la dirección general de Innovación pone el acento en que la «base de este programa es que pretende convertirse en una herramienta más al servicio del profesorado para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje». Al día siguiente de que se publique la resolución, los colegios que lo deseen deberán informar previamente a las familias de lo que implica cambiar la jornada escolar, convocar un referéndum y enviar a Educación tanto los resultados de las votaciones como el proyecto del nuevo horario incluyendo las extraescolares gratuitas y personal que las impartirá. Todo antes de la matrícula para que los padres sepan qué jornada tienen el centro. V. B.