La provincia recordó ayer con concentraciones y actos solidarios a las 191 víctimas y casi 2.000 heridos en los atentados terrorista del 11-M en su décimo aniversario. En la ciudad de Alicante, la corporación encabezada por la alcaldesa Sonia Castedo, funcionarios y ciudadanos, guardaron cinco minutos de silencio en la puerta del Ayuntamiento precedidos por la lectura de un manifiesto en el que se mostraba «nuestro firme compromiso con los valores de pluralismo y tolerancia que acompañan nuestro camino: la libertad, la democracia y el derecho a vivir en paz».

En Benidorm, la corporación municipal, con el alcalde Agustín Navarro al frente, funcionarios y trabajadores municipales, guardaron a las doce un minuto de silencio en la plaza de SSMM Los Reyes de España. Al acto asistieron miembros de todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento.

En Santa Pola, el alcalde, Miguel Zaragoza, recordó a las víctimas «en el que fue el atentado más cruel en Europa en tiempos de paz». El primer edil pidió «que no haya fisuras en la Administración ni en la Justicia y que todos los partidos políticos estén unidos en esta lucha contra la barbarie». El Ayuntamiento mostró un nexo de unión al estar presentes en el acto todas las fuerzas políticas con representatividad municipal.

También se guardaron cinco minutos a las puertas del Ayuntamiento de El Campello, en recuerdo y homenaje a las víctimas del atentado en un acto en el que participaron funcionarios y concejales y en el que el alcalde, Juanjo Berenguer, leyó unas palabras.

Por su parte, la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, abrió ayer el libro de firmas que la institución provincial ha habilitado para que los alicantinos puedan expresar sus condolencias y recuerdos a las víctimas y familiares. La presidenta estuvo acompañada en el acto por representantes de los grupos de la institución, César Augusto Asencio, por el Grupo Popular, y Ana Belén Juárez, por el Socialista.