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¿Qué hay que hacer para ser general?

Escolares alicantinos que visitan el cuartel de Rabasa con motivo de los premios Ejército se interesan por la carrera militar y por las misiones de guerra y humanitarias.

Estudiantes de Crevillent saltan de un helicóptero en una simulación de paracaidismo, ayer. RAFA ARJONES

Por qué los militares llevan la cara pintada, si te rapan la cabeza al llegar, por qué las chicas llevan moño, a qué edad se puede entrar en el Ejército y a cuál se acaba, qué misión ha sido la más complicada, si pasan mucho miedo, hasta qué hay que hacer para ser general...Los más de cien escolares de los centros Raimundo de Peñafort de Alicante y Puig Jover de Crevillent que visitaron ayer las instalaciones de Rabasa machacaron a los militares que les guiaron por el acuartelamiento con más de 150 preguntas en veinte minutos sobre todo lo relacionado con la carrera militar y el MOE, el Mando de Operaciones Especiales con sede en Alicante que ha enviado militares de misión a Afganistán y Líbano, que está ahora en Mali y que baraja la República Centroafricana, a falta de aprobación oficial.

El capitán Blas les explicó que para ser general «hay que estudiar mucho, trabajar muy duro y estar en muchos destinos buenos, aprendiendo inglés». Y contestó que se pintan la cara para enmascararse y confundirse con la selva o el medio donde estén, que la operación del islote Peregil es quizá la más importante en la que han intervenido y que sí, que los militares tienen miedo pero que hay que afrontarlo. «Sin miedo no hay valientes, hay temerarios», dijo.

Los chavales aprendieron que los paracaidistas no pueden levantarse para tirarse de la avioneta hasta que lo indica el jefe de sala, «cuando suena la chicharra y se enciende la luz roja, saltas», y que cuando aterrizan en helicóptero tienen que saltar y correr hacia adelante para evitar la hélice de cola. «Esto me gusta, más o menos, pero yo no me tiraría», reconoció David García Martín, que estudia 5º de Primaria en el colegio crevillentino y que prefiere ser cocinero antes que militar.

Sin embargo, cinco de seis alumnos del Raimundo de Peñafort que estaban visitando una exposición de material afirmaron que quieren ser militares, minutos después de estar en la sala de simulación de tiro, una especie de videojuego de buenos y malos donde se dispara con láser, creado por la empresa española Indra, y que los niños compararon con la serie «Call of duty». Francisco Fernández dijo que quiere ser soldado «para inspeccionar sitios» y que le gustan las armas, lo mismo que a Iván Martínez, que de entre todas elige la K-16 y que le gustaría ir a Siberia, donde su padre, un músico del grupo Guaraná, fue a tocar, «y que estuvo en guerra»; Iván Alberto quiere ser soldado de montaña y trabajar en la nieve; Hugo Jurado prefiere ir de misiones humanitarias a África, y Paloma Matarredona sería militar, «pero sin ir a la guerra».

Las visitas de escolares se prolongarán durante toda la semana con una docena de colegios, en el marco de los premios Ejército.

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