«Has nacido con más pobreza que Jesús el Nazareno; mas parece que lo bueno para ti ahora empieza». Así glosaba Vicente Domingo Espí, festero que dedicaba poesías a bellezas y damas en los primeros llibrets de Plaza Lo Morant, el nacimiento de esta comisión, en una barriada de bloques próxima al extenso parque de la Zona Norte de Alicante. Fue en 1988 cuando se gestó esta asociación fogueril, de la mano de un grupo de vecinos que veían plantar muy cerca las hogueras de Plaza de Argel, Virgen del Remedio La Cruz o Colonia Requena, y que también querían celebrar su propia fiesta del fuego cada mes de junio. «Era una plaza con 14 porterías, todos los comisionados vivían allí y querían tener su propia hoguera. Entonces yo estaba en la barraca Sense Pegues, y vi cómo se formó el racó y lo bien que se lo pasaban», explica Consuelo Fuentes Soler, delegada de Loterías, y una de las comisionadas más veteranas, ya que se inscribió en Lo Morant hace 16 años.

La primera plantà fue en 1989, de la mano de Mauricio Gómez, padre de los hermanos Gómez Fonseca, que firmó la hoguera adulta «Alicante actual» y la infantil con el lema «Los derechos de los niños». Luis Segura fue el presidente fundador, y las primeras bellezas María del Rosario Morales, y Laura Segura Sánchez (infantil).

El padre de los Fonseca, Juan Carlos Asensi, Gómez Zaragoza y Sergio Edo han plantado la mayor parte de los monumentos de la historia de Plaza Lo Morant, aunque no pocos infantiles los ha firmado la comisión. Como «Fantasía», segundo premio de Quinta en 1990; «Renacer», en 1992; «Amanecer», en 1994; «Naturaleza», en 1995; «San Juan noche de bujas», en 1998; o «Naturaleza viva», en 1999. Incluso llegaron a hacer entre vecinos y comisionados el monumento principal, cuando todavía las reglas del concurso de Hogueras lo permitía. Fue en 1993, bajo las órdenes de un aficionado a la Fiesta que vende cupones de la Once, y consiguieron el primer premio de Quinta, «gracias a la ayuda de los jóvenes de la comisión, que entonces eran muchos».

Plaza Lo Morant vivió su época dorada a finales de la década de los noventa, «había muchos chavales de 18 y 19 años. Yo estaba aún en la barraca y los veía subir en pandilla. Llevo 37 años viviendo en la plaza y los conocía a todos desde que nacieron o desde muy niños. Daban mucha vida», recuerda Consuelo Fuentes En aquel momento, la hoguera superaba los 20 infantiles, «el doble que ahora, y los niños atraían a sus padres».

Una situación muy distinta a la actual, en que se han quedado siete familias que sostienen la actividad festera y la economía de una comisión con solo 63 cartillas entre vecinos y asociados. Esto supone que una familia de festeros formada por dos adultos y dos niños aporta al año 2.000 euros, de ahí que el presupuesto anual se resienta especialmente cuando alguien se da de baja, como ha sucedido recientemente con dos festeros. Así lo explicó el presidente, José Antonio de la Torre, el sexto en la historia de la comisión, tras el fundador, Florencio García, Alfonso Gómez, Jesús Martínez y Elena Sánchez. «Si hubiera salido todo bien tendríamos un superávit de 200 euros», dijo. La situación se les ha complicado aún más con el robo que sufrieron hace unas semanas en el racó de casi 1.000 euros que guardaban para pagar la música del acto de presentación de bellezas y la hoguera infantil. También se llevaron la televisión y la caja de herramientas. «Y menos mal que no vieron el equipo de música de los almuerzos, y que no encontraron la caja con la devolución de la lotería del Niño, que tocó, con 500 euros», explicaron el presidente y el festero Jorge Cano.

Sin embargo, no se desmoralizan y piensan ya en hacer una rifa para recuperar algo de dinero ya que tenían planificados los gastos: 9.500 euros para la hoguera que les plantará Vicente Albert, de Valencia, en Sexta, y 1.500 euros para la infantil que harán entre el comisionado jubilado Armando Alcaina y los niños de la hoguera, «que están aprendiendo a modelar, a lijar y pintar». El resto se va en montar el racó de junio, la banda de música para desfilar por el centro y la despertà por el barrio. Llevan tres años con la misma chapa como decorado de playbacks y portada de racó, pintando encima, y compran las telas para los trajes del Desfile del Ninot al por mayor, «luego dividimos el coste, cortamos el patrón y cada uno cose lo suyo».

Plaza Lo Morant, una hoguera superviviente, que va al día, sacando cuentas «y haciendo de pedigüeños para sacar algo más». Con una mayor colaboración de vecinos y comercio, organizarían más actos para el barrio, sobre todo para los niños. Otro sueño es estrenar su palmarés de cargos del fuego. «A Manolo Jiménez le he dicho que me tiene que sacar de Dama del Foc», bromea Teresa López, la candidata, de 50 años y abuela. Vive desde 24 años en Calpe pero nació en el barrio y ama tanto la Fiesta que hace dos años se compró el traje, después la mantilla, y se ha llevado con ella a la comisión a su marido y al nieto. «Es una experiencia inolvidable», dice.

ANECDOTARIO

LOS ESTANDARTES, A MANO

Los confeccionaron bordadoras del barrio el primer año de la hoguera. Llevan el fuego, la Explanada y los edificios de Plaza Lo Morant.

EL RACÓ, EN CASA DE CONSUELO

Hasta hace tres años los festeros se reunían para cerrar la lotería en casa de la festera más veterana ya que no tenían racó. Por ello, las anteriores comisiones insistieron durante un lustro ante el Ayuntamiento, gestiones con los ediles Andrés Llorens y Sonia Alegría que fructificaron hace tres años con la concesión de un piso en el centro cívico de la calle Unamuno, que convirtieron en local el marido de Consuelo y el padre del presidente. Allí se reúnen para hacer actividades y los jóvenes de la comisión se dan cita para ver partidos y otros programas en la tele.

LA AYUDA DE LA PARROQUIA

Los festeros de Plaza Lo Morant destaca la colaboración de la iglesia de la Virgen del Remedio. El sacerdote les cede el local cuando lo necesitan para preparar la pedida o la presentación. En la tarde del 24 de junio sacan en procesión la imagen de la patrona junto a las hogueras vecinas de Plaza de Argel y La Cruz, lo mismo que el 5 de agosto, día de la virgen, y cuando la parroquia lo necesita cogen un carro y van a pedir alimentos por la plaza.

UN DESFILE DEL NINOT PROPIO

Lo hacen cada 23 de junio con un despliegue de disfraces. Ese mismo día montan en el racó hinchables para los niños, y una fiesta de la espuma. A veces también tienen camas elásticas.

CON LOS CHICOS DE SAN RAFAEL

La hoguera invita a un grupo de personas con discapacidad intelectual de este centro a desfilar con ellos cada año en la Ofrenda de Flores, como hacen también Carolinas Altas o Parque de las Avenidas. El día 23 los llevan al racó, «les ponemos música y les tiramos una traca». En correspondencia, la dirección del centro invita a la hoguera a la fiesta y cremà de San Rafael.

ANTONIO JAEN, RECUERDO PERPETUO

Este festero estuvo muchos años en Colonia Requena y después en Lo Morant. Murió en accidente de tráfico, pero no le olvidan. Es comisionado de honor y su foto preside el racó.