La supresión de aulas aprobada por Educación volvió a reunir ayer ante la sede del Consell en Alicante a cientos de familias afectadas, respaldadas por la Plataforma en defensa de la Enseñanza Pública. Desde el colegio Emilio Varela alertan de la función social, además de educativa, que ejerce el centro escolar en la zona norte de la ciudad, y de que con el cierre del aula de valenciano para niños de tres años dejan al distrito sin aulas públicas en lengua valenciana, circunstancia por la que Escola Valenciana prepara un recurso jurídico contra la Conselleria de Educación. Junto a los sindicatos, ayer pidieron a Catalá que no siga adelante con el referéndum sobre la lengua.