Escola Valenciana hizo público ayer el inicio de un proceso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia Valenciana para demandar que se anule la planificación escolar del curso que viene, firmada por la consellera, María José Catalá, porque «sentencia el cierre de seis escuelas de enseñanza en valenciano», una de ellas en la provincia -l'Arc de Monòver-, «junto a centenares de aulas, sin tener en cuenta el criterio lingüístico». El presidente de la formación, Vicent Moreno, denuncia que esta planificación «ha provocado que algunas localidades se queden sin oferta de enseñanza en valenciano y no se garantice el derecho básico de todo alumno a recibir enseñanza en nuestra lengua». De ahí la demanda jurídica.

Como consecuencia de la supresión de aulas, Escola adelanta su campaña para animar a las familias a matricular a sus hijos de tres años en valenciano, con la intención de hacer rectificar la planificación de la conselleria.