La orden que prepara la Conselleria de Educación para regular la autorización del proyecto lingüístico de los centros de enseñanza de Régimen General desde Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional previsto en el Decreto de Plurilingüismo reducirá la presencia del valenciano en las escuelas de linea en castellano. El borrador de la orden permite que aquellos colegios de Primaria que opten por los nuevos Programas Plurilingües de Enseñanza en Castellano (PPEC) puedan dar en este idioma, o incluso en inglés, hasta un 30 % del área del conocimiento del medio natural y social. Esta decisión, alerta Escola Valenciana, «contradice el propio Decreto de Plurilingüismo» aprobado por el Consell hace dos años y en el que se fija que esta materia se debe impartir en la lengua propia de la Comunitat Valenciana tanto en las líneas PPEC como en los Programas Plurilingües de Enseñanza en Valenciano (PPEV).

En la actualidad los niños de Primaria (6-11 años) escolarizados en líneas de castellano salvo en las comarcas castellanoparlantes estudian en la otra lengua oficial de la C. Valenciana dos asignaturas: Conocimiento del Medio y Valenciano. Sin embargo, con la propuesta de conselleria de minorar el valenciano en el programa de enseñanza en castellano se antoja difícil que se pueda aspirar a cumplir el mandato que fija la Lleí d'Ús i Ensenyament del Valencià de que «los alumnos deben estar capacitados para utilizar, oralmente y por escrito, el valenciano en igualdad de condiciones con el castellano».

Rechazo del profesorado

Los cinco sindicatos docentes presentes en la mesa técnica de la conselleria, donde ayer se debatió la orden de proyectos lingüísticos, rechazaan aunque por motivos distintos el borrador presentado por el departamento de la consellera Mª José Català. Por un lado, tanto el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv) como la Federació d'Ensenyament de CC OO y la Federació de Treballadors de l'Ensenyament (FETE) de la UGT, cuestionan los tres criterios elegidos por la conselleria para determinar la lengua base y, por consiguiente, el programa de enseñanza de cada centro público.

Educación decidirá de acuerdo con los resultados de la última evaluación diagnóstica referentes a la competencia lingüística del alumnado en las dos lenguas cooficiales y en inglés. También prevé un referéndum en el que todos los padres de cada centro votarán la lengua base en la que quieren que sus hijos aprendan la mayoría de materias. Esta consulta, que se podrá hacer cada cuatro años, no será vinculante. No obstante, la orden establece que «se tendrá en cuenta» el resultado y la participación.

El último criterio para determinar el idioma de la enseñanza será la distribución de plazas en valenciano y castellano en los centros públicos de cada municipio, el porcentaje de familias de cada centro que no obtendría plaza en la lengua base solicitada y la existencia de centros concertados que satisfagan esta demanda no atendida.

Los tres sindicatos docentes de izquierdas critican que se utilice como criterio la evaluación diagnóstica cuando sólo se hace en un curso de cada centro, así como que no se tenga en cuenta la elección de los padres en la matrícula y se obvie la decisión del Consejo Escolar.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) opina que la opinión de la comunidad educativa «debe ser vinculante», mientras que el sindicato independiente ANPE advierte que el Consell «debe garantizar la oferta de plazas tanto en valenciano como en castellano en el conjunto de centros de titularidad pública».