Cientos de orugas campan a sus anchas durante los últimos días en el parque de la ladera del Monte Tossal. Las numerosas bolsas de procesionaria que abarrotan los pinos de esta zona verde han pasado a su siguiente fase, en la que las orugas están bajando de los árboles para enterrarse en el suelo.

El problema, además de los daños medioambientales que están causando en los grandes pinos de la zona, es que estos gusanos han llegado hasta los parques de juegos. En concreto el parque infantil junto a la Ronda del Castillo ha sido invadido y se pueden ver a las orugas en fila india por una zona donde juegan niños de apenas uno o dos años, con el consiguiente problema de salud que puede generar si alguno las toca, ya que éstas producen fuertes reacciones alérgicas, en especial entre los más pequeños.

Y es que estas bolsas copan los pinos de esta zona y de la Ronda del Castillo de San Fernando. En el parque del Monte Tossal la situación parece que no es tan grave, teniendo en cuenta que el pasado año allí sí que había mucha procesionaria y finalmente los servicios de mantenimiento la eliminaron en su mayor parte.

En cambio, en los últimos años parece que no se ha actuado sobre la procesionaria de este parque de la ladera del Monte Tossal, que permaneció cerrado durante meses para su remodelación y que en su primer mes de febrero abierto -fue inaugurado a mediados de marzo de 2013- ha evidenciado la existencia de este grave problema.

Un paseo por la zona permite ver decenas de orugas arrastrándose por el suelo o por los pinos, además de otros muchos que han sido matados por los usuarios del parque, a escasos dos metros de los juegos infantiles. Los vecinos están indignados y algunos residentes explicaron que están preocupados tanto por sus hijos como por sus mascotas, por si entran en contacto con las orugas y sufren alguna reacción alérgica. Del mismo modo no entienden por qué no se ha actuado antes para limpiar los pinos y eliminar la plaga.