El nuevo Plan de acción territorial en riesgo de inundación (Patricova) exige a los proyectos urbanísticos diseñados en zonas inundables, que aún no se hayan aprobado definitivamente, que elaboren un estudio de inundabilidad en el que valoren la posibilidad de renunciar a urbanizar parte o todo el suelo incluido en el suelo. En el caso de los programas de actuación integrada (PAI) aprobados definitivamente, que incluyan «suelo urbano o urbanizable afectado por peligrosidad de inundación» deberán «verificar esta incidencia», en referencia a la inundabilidad, en las propuestas urbanísticas y ceñirse a unas normas de edificación. Esta obligación se incluye en la normativa del Patricova, de obligado cumplimiento, que entrará en vigor en cuanto el Consell apruebe definitivamente el plan, que ahora se encuentra en fase de respuesta de las alegaciones recibidas durante el periodo de información pública.

El Patricova se ha revisado diez años después de aprobarse el primer plan, el 28 de enero de 2003, debido a los cambios en el territorio, el aumento de la población, la nueva normativa urbanística y medioambiental y los avances tecnológicos en la cartografía experimentados en la última década. Además, la revisión del Patricova ha incluido por primera vez una «cartografía de la peligrosidad geomorfológica por inundación y cauces» en el que se analiza el alcance de los sedimentos transportados por los ríos durante las crecidas de nivel.

La novedad del análisis geomorfológico permite, por ejemplo, «analizar la sedimentación de las escorrentías y cauces fluviales de barrancos, accidentes geográficos o zonas residuales que pueden permanecer durante años secos pero que «pueden activarse en cualquier momento», según fuentes de la Conselleria de Territorio que dirige Isabel Bonig. Se trata así de prevenir tragedias como la de Biescas o la de Finestrat en las que una inesperada tromba de agua invadió un cauce seco desde hace años. Por eso, aunque los PAI en zona inundable ya se han tramitado en aplicación del anterior Patricova, el nuevo documento sobre el riesgo de inundación exigirá que se adecuen los proyectos en zonas inundables a la nueva normativa y cartografía, para minimizar cualquier riesgo.

La normativa del Patricova, prevé dos tipos de situaciones ante los PAI en suelo con peligrosidad de inundación. Si no se han aprobado definitivamente deberán elaborar «un estudio de inundabilidad». En el caso de ya aprobados definitivamente, los ayuntamientos deberán «verificar la incidencia» del riesgo de avenidas e «imponer condiciones a las futuras edificaciones».