Uno de cada cuatro mayores de 65 años con autonomía funcional y que viven en su domicilio presenta riesgo de malnutrición por malos hábitos alimenticios, un problema que puede duplicarse en el caso de mujeres viudas y de avanzada edad y multiplicarse por 1,7 en el caso de no tener estudios.

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universitat de València (UV) y la Universidad de Alicante.

Los investigadores analizaron el riesgo nutricional en función del sexo, edad, estado civil, convivencia, estudios y si vivían en el ámbito rural o en una ciudad. Teniendo en cuenta estas variables, comprobaron cómo los que presentan mayor riesgo son personas viudas, mayoritariamente mujeres de elevada edad que viven solas, y los que no poseen estudios.

«Las posibilidades de estar en riesgo de malnutrición en el grupo de personas mayores de 85 años es el doble que en el grupo de entre 65 y 69 años», según el estudio, que añade que también se duplica en el caso de las viudas, mientras que no tener estudios multiplica por 1,7 la probabilidad de malnutrición. El estudio destaca que siendo los encuestados personas aparentemente sanas que viven en sus domicilios de forma autónoma y tienen movilidad para salir de ellos realizando diversas actividades de ocio, cultura y socialización en los centros sociales de su entorno, «casi la cuarta parte de este colectivo presenta riesgo de malnutrición».

Malos hábitos alimenticios

Aunque parece impactante que casi la cuarta parte de las personas mayores que viven en sus casas y acuden a centros de día tengan riesgo de malnutrición, «ello no quiere decir que la crisis haya aumentado el número de personas malnutridas, sino los malos hábitos alimenticios», dice el estudio.