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Cien años de los Salesianos en Alicante

Miembros y simpatizantes de la familia salesiana abarrotan el auditorio ADDA en la inauguración oficial de su centenario

El padre Juan Bosco, ayer. rafa arjones

No cabía un alfiler. La inauguración oficial de los actos conmemorativos del centenario de la presencia salesiana en Alicante llenó ayer a rebosar las gradas del auditorio de la Diputación, ADDA. La presidenta de la Diputación, Luis Pastor, felicitó a los integrantes de la institución, así como a antiguos y actuales alumnos, y dio la palabra al rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, quien hizo un completo recorrido histórico sobre el devenir de la ciudad de la mano de los salesianos, provocando una prolongada y sentida ovación por parte de todos los presentes.

Bajo la iniciativa del Abad Nájera, entonces canónigo de la Concatedral, los cuatro primeros salesianos que llegaron a Alicante en 1914 pusieron en marcha las Escuelas de San José, hoy en San Juan Bosco, con la premisa de proteger del abandono a niños alicantinos. Palomar confesó tras su conferencia que, como hacen los buenos actores, redactó su intervención tras entrevistarse con personas que vivieron algunas de las etapas de los salesianos, además de reunirse con antiguos alumnos como Luis Montejano, José María Perea, Martín Irles, Moisés Jiménez, Amparo Navarro y Jorge Olcina, entre otros.

Complicidad

Ante un auditorio entregado a sus palabras, Palomar destacó la «complicidad» inherente de los salesianos con la sociedad, así como su contribución al deporte.

En los próximos meses se sucederán actividades conmemorativas en las que se han implicado catequistas, monitores, profesores y alumnos: exposiciones, liturgias, fiesta colegial, peregrinación a Roma y una liga de futbito.

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