La necesidad de estudiar y documentar el refugio antiaéreo de la Guerra Civil ubicado debajo de Balmis está provocando una paralización de las obras de remodelación de la plaza más prolongada de lo esperado. De hecho, tras dos semanas de trabajos en los que se eliminó la antigua bancada pseudomodernista, el 10 de diciembre se paralizaron las obras que siguen sin retomarse pese a que en su momento, tras la aparición del refugio, el concejal de Imagen Urbana, Adrián Santos, dijo que los trabajos se reanudarían en una semana. Tras casi un mes parada, Santos señaló ayer que está pendiente de que finalicen los trámites administrativos, aunque aseguró que «el plazo de ejecución de la plaza era de 4 meses y no va a haber retrasos porque la primera fase de las obras la realizamos con rapidez y además, ya contábamos con que el refugio que sabíamos que estaba bajo la plaza, iba a salir y retrasaría los trabajos». Adrián Santos indicó que «los arqueólogos de la conselleria nos pidieron un informe sobre el estado y características del refugio que han elaborado los arqueólogos municipales y que se envió a Valencia la semana pasada, por lo que esperamos ahora que nos den el visto bueno y que las obras puedan reanudarse la próxima semana», señaló el edil, quien ha añadido que en este informe se ha reflejado, por ejemplo, que el refugio, de estructura abovedada, carecía de la losa de hormigón en la cubierta habitual en otros de estos espacios como en el de la plaza de Séneca. El objetivo del Ayuntamiento es integrar el búnker en el proyecto de remodelación y hacerlo accesible como un atractivo más de la plaza cuya reforma resultó especialmente polémica por el rechazo de parte de la ciudadanía a la eliminación del mobiliario pseudomodernista que caracterizaba la céntrica plazoleta alicantina. El refugio, en el que aún no se han acometido las labores de desescombro, obligará previsiblemente también a sustituir uno de los árboles de la plaza según ha indicado el concejal.