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Chapuza en la Avenida de Alcoy

Los vecinos denuncian el mal acabado de las obras de remodelación del vial, con aceras sucias y agrietadas, contenedores sueltos y rampas inexistentes. Los comerciantes hablan de ruina por la falta de aparcamiento que sufre su clientela

Chapuza en la Avenida de Alcoy

Aceras llenas de grietas, sucias y con los baldosines mal encajados, pegotes de cemento en lugar de rampas para bajar a la calzada, y contenedores campando a sus anchas ya que están sueltos y sin ninguna sujeción. Éstas son algunas de las quejas de los vecinos de la avenida de Alcoy en torno a las obras de remodelación de este vial que el Ayuntamiento acomete desde hace casi un año y que entienden que adolecen de un mal acabado.

«Están sin terminar. Han dejado los imbornales de los árboles vacíos, sin poner las plantas, todo con montones de tierra, y está la calle sucísima. Hay gente que ha tenido que poner unos parches de tierra para sacar los coches de los garajes porque no lo han peraltado bien pero lo que sobre todo no entendemos es cómo tardan tanto. Llevan trabajando desde febrero del año pasado», se quejó un vecino. «No me gustan las aceras, parecen viejas y ya he tropezado varias veces porque están desniveladas», añadió otra residente en la zona.

La modernización de la avenida de Alcoy, con la reducción de un carril de circulación y la ampliación de las aceras, entre otras actuaciones, se proyectó para diez meses, por lo que tenían que haber terminado en su totalidad a finales de 2013. Sin embargo, los operarios aún trabajan en distintos tramos, sobre todo en las proximidades de Altozano y frente a la plaza de toros. El proyecto contemplaba la renovación de la red de agua potable, del pavimento y del alumbrado, con la plantación de 300 árboles en la avenida para armonizar su imagen con el entorno del Auditorio Provincial, según anunció el Ayuntamiento en su día como promotor de unas obras presupuestas en 1,2 millones y que se acometen con fondos del Consell.Sin embargo, no hay rastro por ahora de los árboles, así que los vecinos se quejan de que después de tantos meses sólo tengan unas aceras un poco más anchas pero cada vez más problemas para aparcar por la eliminación de un carril, lo que coincide además con el cierre del aparcamiento del ADDA.

«Sin árboles, con los cubos de basura sueltos, sin rampas, con un poste como parada de autobús. Esto es un desastre», dijeron desde Pinturas Pastor, uno de los comercios que se siente más perjudicado por la falta de un carril de carga y descarga, lo que ha provocado una cascada de multas a clientes y proveedores, y que los establecimientos apagaran toda una tarde sus luminosos en señal de protesta. «No hay carga y descarga, no pueden parar ni un segundo. Multan a los clientes, y no nos dejan vivir. La Policía solo deja parar al camión que trae las pinturas y materiales pero no dejan a la gente que viene a comprar, ni siquiera a los trabajadores que hacen obras. Parece que los policías estén escondidos detrás de una palmera para multar. Nos dicen que solo cumplen órdenes y que nos vayamos a un polígono», afirmaron.

Desde «El Pollo Guay» añadieron que llevan mucho tiempo sufriendo los efectos negativos de las obras. «No podemos dejar el coche y la gente tampoco. Es algo exagerado porque enseguida vienen los municipales a multar».

Aunque la Concejalía de Urbanismo se comprometió en mayo a habilitar medio centenar de plazas de carga y descarga en las calles adyacentes por las quejas de los comerciantes, aún no se han hecho. Desde Urbanismo indicaron que están a la espera de un informe de la Conselleria, a la que pertenece la obra, y de la visita del director de Transportes de la Generalitat, Vicente Dómine.

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