­Una campaña de propaganda vocacional potente para atraer a jóvenes alicantinas o de otros puntos del país que quieran ingresar en el convento de clausura de Santa Faz tras la desaparición, en los últimos meses, de dos hermanas. Éste es uno de los objetivos que se ha marcado para 2014 la comunidad de religiosas en el año en que se conmemora el 525 aniversario del Milagro de la Lágrima, con una peregrinación que se prevé más multitudinaria que nunca al celebrarse el 1 de mayo.

El reciente fallecimiento de Sor Verónica y Sor Celina ha reducido en los últimos meses el número de hermanas que viven en el convento a solo diez, de ahí el objetivo de intensificar la búsqueda de religiosas que quieran venir al monasterio alicantino, en el que hace medio siglo había unas cincuenta religiosas, siguiendo el camino de las cientos de Clarisas que custodian la Reliquia de la Santa Faz desde 1518. «Hay una chica de El Salvador que quiere venir a vivir la experiencia con nosotras, aunque nuestra idea es hacer una campaña para atraer españolas. Pero hay que saber hacerlo para llegar a las chicas de aquí, porque es muy distinto al ambiente en el que se mueven», explicó la madre abadesa, sor María Clara.

La superiora relató el caso de otros conventos de clausura con cuyas religiosas tiene contacto y en los que sí han entrado recientemente españolas, donde las hermanas, que deben acostarse muy pronto, han tenido que cambiar temporalmente sus costumbres para acompañar a las novicias más allá de las dos de la madrugada, ya que les resultaba imposible retirarse antes. «Se quedaban con ellas hasta esa hora porque hay que ir poco a poco a la hora de introducirlas en el ambiente religioso, que entiendo que será difícil y que cuesta mucho a una chica que antes no pertenecía a este mundo. A ver si logramos un movimiento vocacional entre las alicantinas que nos traiga nuevos corazones, así se lo pedimos al Señor».

Las hermanas despidieron 2013 con la misa de vísperas a las 19 horas y rezando «con el Santísimo» en torno a medianoche. También recibieron orando 2014 durante unos diez minutos, y de forma privada, no en el templo. «Primero hicimos un rezo de acción de gracias por el año que se fue y con otro rezo esperamos el Año Nuevo, que deseamos traiga salud, trabajo y mucho amor». Antes de la Nochevieja, en torno a las 22.30 horas, fueron al refectorio, donde degustaron una cena especial que preparó la cocinera con tres pavos regalo de varios benefactores, lo mismo que algo de marisco, embutidos, frutas, castañas y turrones que tomaron, regalo de vecinos y amigos de Alicante.

Además, comieron las uvas, también una donación, aunque no brindaron, por el luto reciente de Sor Celina y porque las hermanas más mayores se retiran pronto a descansar. El primer día del año fue también de rezos, con misa a las 10 y al mediodía, ya que la de 8 de la mañana, que se celebraba antiguamente, decidieron suprimirla porque los fieles habituales se acuestan más tarde y no suelen acudir.

Una triste Navidad por el adiós de sor Celina

Las Clarisas despidieron el año con mejor ánimo después de pasar una triste Nochebuena y Navidad por el fallecimiento, a mitad de mes, de Sor Celina a los 66 años. «Los días 24 y 25 no pudimos celebrar nada, estábamos muy apagadas. Ahora empezamos a levantar el ánimo, pero lo hemos pasado mal, estábamos sin levantar cabeza», explicó la superiora, que añadió que estuvo hasta última hora hablando con ella ya que, pese a la gravedad de la enfermedad que padecía, no quería morirse. «Fue un abrir y cerrar de ojos, y sufrió mucho porque no quería irse», explicó en referencia a una activa hermana que compuso un canto a la Santa Faz y se encargaba de la biblioteca. En julio falleció también sor Verónica, que fue maestra de novicias y vicaria. La noticia positiva del año fue la confirmación de la novicia sor Carolina, que tomó los hábitos en junio.