Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

IRINA DEL OLMO LEUNG

«Decepciona sentir que podrías hacer grandes cosas y te cierran las puertas»

Irina del Olmo ganó con el mismo proyecto el premio de su promoción en la Universidad de Alicante. ISABEL RAMÓN

Con el mismo proyecto con el que obtuvo el premio fin de carrera de su promoción en la Universidad, «Vistiendo Arquitectura», Irina del Olmo ha logrado ser la mejor a nivel internacional y lamenta que en su propio país se cierren puertas a la innovación.

¿Tiene salidas la arquitectura tras la debacle de la burbuja urbanística o hay que diversificarse en otras áreas por fuerza?

Creo que siempre hay alguna salida, pero hay que lucharla mucho. Lo que nunca hay que hacer es quedarse en casa esperando a que te llamen. Yo veo el hecho de diversificarse como una suerte, no como una obligación. Hay muchos campos en los que la visión de un arquitecto puede ofrecer una nueva perspectiva. No creo que deban limitarse a la construcción si son capaces de más.

¿Qué recomiendas a un estudiante que empiece ahora?

Que priorice la experiencia laboral a la académica, que aprenda mucho inglés y que empiece a moverse y a hacer cosas reales ya.

¿Decepciona el futuro inmediato de cualquier licenciado?

Seguramente se pueda decir que no hay mucha gente que se imagine un brillante futuro si se queda en España. Supongo que lo decepcionante es sentir que podrías estar haciendo grandes cosas pero en tu país sólo tienes puertas cerradas.

¿Cuál es su situación actual?

Vivo en Brístol, donde trabajo intentando ganar experiencia en mi campo y mejorar el inglés. Las oportunidades no abundan pero la ciudad me encanta, así que quizá he puesto en standby el tener el trabajo de mis sueños y me lo intento tomar con un poco más de calma. Quizá el perfeccionar el inglés abra muchas más puertas a trabajos realmente creativos y bien pagados, ya lo veremos. Por ahora, aquí puedo tener una calidad de vida que sería imposible en España y estoy muy contenta.

¿Qué tiene pensado a medio y largo plazo?

Tengo pensado quedarme en Brístol al menos seis meses más y luego, quién sabe. El mundo es muy grande y las oportunidades hay que buscarlas. Una vez que superas el miedo a vivir y trabajar en un país que no es el tuyo, las barreras se difuminan y da igual 1.000 que 5.000 kilómetros.

¿Cómo fue lo de estudiar Arquitectura?

A los 18 nadie sabe realmente qué quiere hacer con su vida. Buscaba algo creativo, y siempre me llamó la atención el diseño industrial, pero mis padres se dedicaban a la construcción y en esos momentos sonaba muy bien lo de ser arquitecto.

Qué supone para usted este premio?

Siempre es una gran ilusión y llena de orgullo que alguien valore tu trabajo, sobre todo uno tan personal, que sale de tan adentro. Mucho más cuando se compite con otros proyectos de gran calidad y de procedencia internacional.

¿Qué cree que han valorado?

Lo arriesgado de la propuesta, lo diferente, la experimentación como método de trabajo fusionando mis inquietudes personales, porque la arquitectura no es sólo diseñar un edificio. Todo surge de mi interés personal por la moda y el arte, afines en muchos sentidos a la arquitectura. He versionado la teoría de las cinco pieles del austríaco Hundertwasser, por la que el hombre no puede alcanzar su plenitud hasta que entienda cada una de éstas cinco pieles y se comprometa con ellas.

Compartir el artículo

stats