La Conselleria de Infraestructuras, el Ayuntamiento de Alicante y Vectalia comenzarán el lunes las negociaciones para definir el nuevo modelo organizativo que regirá las líneas interurbanas a partir del 1 de enero, acorde al presupuesto pactado por la Administración y la operadora, y que ha dejado la aportación pública en los 4 millones de euros, en vez de los 5,3 millones que ha costado este año. El aumento de la cantidad a aportar por la Generalitat ha permitido salvar el TAM metropolitano y la retirada del ERE en La Alcoyana, pero pasará también sus facturas ya que nadie duda, ni en la Administración ni en la concesionaria, de que en las líneas con menos pasajeros habrá reducción de frecuencias que, por otro lado, se incrementarán en los recorridos con más demanda, según avanzó ayer Carlos Eleno, director general de Transportes.
De entrada, a partir del 1 de enero y durante el año de prórroga de la concesión del transporte metropolitano a La Alcoyana, la empresa concesionaria va a cobrar por pasajero transportado calculándose que el tráfico anual será de 8 millones de viajeros -según Infraestructuras-, dos menos que este año, ya que se ha restado los 2 millones de usuarios que se prevé capte la Línea 2 del tranvía que conecta el centro de Alicante con la Universidad atravesando varios barrios densamente poblados del norte de la ciudad. Eleno aseguró ayer en Alicante que la Conselleria tiene las líneas candidatas a ver recortadas las frecuencias, pero apuntó que la decisión será consensuada con Vectalia, que va a presentar su propio informe porque, por otro lado, es la que mejor conoce el sistema TAM.
Eleno admitió que para llegar al acuerdo «hemos tenido que ceder todas las partes, pero se ha logrado un ahorro de hasta el 30% del coste total sin necesidad de reducir el servicio en esa misma cantidad». El director de Transportes explicó que ello es posible porque «la cobertura de los autobuses estaba en torno al 50% y pensamos incrementarlo en un 10%. Vamos a intentar mover a más gente»; un objetivo que, según Eleno, comparte Vectalia, matriz de La Alcoyana, ya que «el coste del servicio es diferente ahora porque se le pagará por viajero y no por kilómetros recorridos».
Eleno desveló que «La discusión siempre se centró en los costes y los porcentajes que podía asumir cada uno. El resultado final es bueno. Se le explicó al operador de una forma clara dónde estaba el dinero y cómo lo iba a cobrar. Está claro que hemos fallado todos cuando el transporte metropolitano terminó en una huelga de los trabajadores de La Alcoyana»
Sobre los reiterados impagos del Consell para sufragar el déficit anual del sistema (el transporte urbano genera pérdidas en todas las ciudades de España y tiene que ser subvencionado), Carlos Eleno subrayó que hay seguridad en el pago porque está en el presupuesto y garantizado por las dos administraciones. Los números siempre han sido los mismos. El sistema funcionaba con cuatro millones de euros. El problema es que nosotros aportábamos solamente un parte. La otra interpretábamos que le tocaban al Ayuntamiento. Dos y dos. Ahora siguen siendo los mismos cuatro. Y el concesionario lo ha visto», reiteró el director general de Transportes.
Por otro lado, Eleno recordó que el acuerdo se ajustará solamente a 2014, ya que la Conselleria de Infraestructuras está preparando el concurso para el nuevo sistema de concesión del transporte interurbano en l´Alacantí que entrará en vigor el 1 de enero de 2015. El anuncio ya se ha publicado en el diario oficial de la Comisión Europea y en el mismo, paradójicamente, no se especifica que el cobro del servicio será por pasajero, tal como se ha decidido durante el año de prórroga en 2014. Eleno explicó, en este sentido, que es el momento de valorar con el Ayuntamiento lo que la Generalitat sacará a concurso. Es decir, solamente el tráfico interurbano, que es competencia de la Generalitat, y que el Ayuntamiento absorba lo que queda del urbano que actualmente realiza parcialmente La Alcoyana. «Esta es mi idea, aunque luego se integre en el TAM», puntualizó el responsable autonómico de la política de Transportes.
