Los trabajadores del transporte metropolitano de autobuses de Alicante (TAM) insistieron ayer en que no aceptarán despidos en La Alcoyana, la concesionaria del servicio comarcal, ni recortes en el número de líneas o servicios, y que si es así irán a la huelga desde el martes. La plantilla expresó en la tarde de ayer sus reivindicaciones y su malestar con una manifestación que recorrió el centro de Alicante, y a la que se sumaron más de dos mil personas, si bien hubo un baile de cifras según el interlocutor: los sindicatos convocantes cifraron los asistentes en 5.000 a su paso por la avenida de Maisonnave, mientras que la Policía Nacional señaló la presencia de 400 personas al inicio de la marcha.

La manifestación se inició ante el palacio de la Diputación y concluyó ante la sede de la Generalitat en Alicante, con el lema principal de «No al fin del TAM. El bus es necesario». Durante el recorrido pudieron oírse numerosas consignas de apoyo al transporte público, como «El bus es un derecho, no un privilegio», «No sobran autobuses, faltan carriles buses» o «Los recortes del transporte los paramos con la huelga», entre otros. También se aprovechó el paso por la avenida de Maisonnave para recordar que el autobús es la única forma de llegar al centro de Alicante para muchos ciudadanos, y que cualquier supresión de servicios tendrá importantes consecuencias sobre ello.

La protesta contó con el apoyo de una numerosa representación de los sindicatos CC OO y UGT, representados en el comité de empresa de La Alcoyana, así como de miembros de EU, Compromís y el PSOE. También apoyaron la movilización varias asociaciones de vecinos de Alicante y de otras poblaciones de la comarca, junto a otras entidades y colectivos. Era muy destacada la presencia de grupos familiares enteros, así como de personas mayores, más que en otras manifestaciones llevadas a cabo recientemente.

Al término de la marcha, el secretario de Transportes de CC OO en la comarca, Vicente Alcaraz, afirmó que la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante «han vendido un acuerdo, pero es mentira». Visiblemente afectado, recordó que La Alcoyana ha planteado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 65 personas -aunque hasta mañana no se confirmará oficialmente si es así o no-, y que eso significará «65 conductores menos». Esto, a su vez, implicará «que quiten 65 autobuses», por lo que tachó a la alcaldesa, Sonia Castedo, y a la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, de «mentirosas» al decir que el servicio no se verá afectado.

Por su parte, Gil Grimaldos, del comité de empresa, reiteró que habrá huelga desde el martes si se plantea un solo despido, entre muestras de apoyo de los asistentes a los trabajadores y muestras de reprobación al Consell y al Ayuntamiento. También un representante de las asociaciones de vecinos participantes señaló que su apoyo a la plantilla del TAM «no es sólo una defensa de los puestos de trabajo», sino también una protesta contra «lo que va a venir» en cuanto a recortes. También desde la Plataforma Comacal de Movilidad se reivindicó «un transporte público y eficaz».