Comenzaron dando comida a las familias inmigrantes que empezaban con dificultad una nueva vida en la provincia y hoy ven cómo a sus puertas llaman los españoles de clase media a quienes la crisis ha dejado en paro y con la hipoteca colgada.

La asociación Despensa Solidaria reparte alimentos a cerca de 200 personas semanalmente. Familias, un 80% de ellas españolas, procedentes de toda la ciudad de Alicante y que llegan hasta esta entidad remitidas por los trabajadores sociales del Ayuntamiento o de los centros de salud. «Estos profesionales hacen un estudio sobre la situación de la familia y nos remiten los casos que creen oportunos», explica María José Solbes, presidenta de Despensa Solidaria.

Esta entidad comenzó a trabajar hace más de cuatro años en el seno de la entonces Caja de Ahorros del Mediterráneo. «Eran otros tiempos, había más recursos y menos necesidad. Incluso repartíamos carne a las familias y productos halal a los musulmanes». Desde que la entidad desapareciera, esta asociación pelea por salir adelante de una forma independiente. «No queremos depender de nadie», afirma Solbes. «Somos de Alicante y queremos demostrar que, aunque seamos pequeños, podemos funcionar gracias al trabajo y aportaciones de los voluntarios».

La responsable de esta entidad nunca pudo imaginarse lo que esta crisis depararía. «Se ha dado la vuelta a la tortilla. De atender casi exclusivamente a familias extranjeras, estamos repartiendo comida mayoritariamente a personas españolas, como tú o como yo, que trabajaban y que de repente se han quedado en el paro y sin poder pagar la hipoteca». Los casos que atienden a diario son dramáticos. «Hay muchas familias monoparentales, también personas que viven solas y en el extremo opuesto familias con 11 miembros que viven todos juntos en un piso».

Despensa Solidaria está integrada por 70 personas, entre voluntarios y socios, y actualmente ocupa un local del Banco Sabadell en la calle Ceres, «por el cual estamos muy agradecidos». Durante estos años han dado alimentos a cerca de 10.000 personas. «Calculamos que llevamos repartidos 215.000 kilos de comida». Productos de primera necesidad como leche, galletas, aceite, pasta o arroz que las familias recogen cada 15 días.

«De momento funcionamos gracias a las aportaciones del Banco de Alimentos y la colaboración de superficies comerciales, pero nuestras necesidades son enormes, por lo que nos gustaría conseguir 400 socios para poder autogestionarnos de la forma más adecuada». Por este motivo Despensa Solidaria ha emprendido una campaña para darse a conocer y captar socios. «Estamos moviendo la web, las redes sociales, contactando con colegios, centros de adultos , instituciones...». Así, el próximo día 16 el Marq acogerá un concierto de música renacentistas a beneficio de esta ONG y a partir del día 18, la Sede de la Universidad acoge una muestra de artistas alicantinos que han cedido sus obras para la venta a beneficio de la Despensa. La muestra se clausurará el 9 de enero.

Al margen del reparto de alimentos, esta entidad desarrolla otros proyectos, com el que lleva por título «Vente a hacer los deberes». Dos veces por semana, 20 estudiantes de familias inmigrantes acuden a la sede de Despensa Solidaria para reforzar lo aprendido en el colegio ayudados por un grupo de voluntarios.