La caída de la financiación a las universidades en otros tres millones de euros para el año próximo abandona a su suerte las posibilidades de los grupos de investigación de salir adelante, porque el dinero que transfiere el Consell a cada campus prácticamente iguala ya el coste de los salarios del personal -profesorado y administrativos-, y apenas queda remanente para poco más.
En la Universidad de Alicante se han presupuestado para el pago de nóminas en 2014 un total de 111.451.555,49 euros, mientras que las trasferencias corrientes del Consell para este próximo año son de apenas 120.522.068,10 euros para este campus, tan solo 9 millones de diferencia.
Esta débil situación económica deja a los rectores atados de pies y manos y su portavoz, Vicente Climent, rector de la Universidad Jaume I de Castellón, alerta de que «los presupuestos solo dan para apenas pagar nóminas y atender gastos corrientes y poco mas. Se pone en peligro la actividad docente-investigadora».
Climent abunda que «los recortes en investigación y las trabas administrativas para aplicar las tasas de reposición de trabajadores, nos ponen al borde del abismo para poder mantener los grupos de investigación», al no disponer de fondos tampoco para contratar los ayudantes y becarios investigadores necesarios.
Los datos que aporta el rector de Alicante, Manuel Palomar, reflejan que tras cuatro años de continua subida en la contratación de personal investigador, en 2013 se han perdido casi un centenar, la mitad por contratos que no se han podido prolongar.
Complicado
Para los rectores, reunidos esta semana para el cambio de manos de la presidencia de la CRUPV, Conferencia valenciana de rectores, -que pasa del propio Palomar al dirigente de Castellón-, el año 2014 será «complicado».
El presupuesto no se ha recortado tanto como en 2013, cuya caída sumó un 33%, pero «sigue siendo muy exiguo y hay que añadir que en concepto de tasas las universidades no estamos recaudando al ritmo de otros años, porque la subida de las matrículas impide que los alumnos paguen todos los créditos de un curso», precisa Climent. «Corren peligro muchas cosas», añade Palomar.
En Alicante se han dejado de ingresar un millón de euros en concepto de tasas, aunque el número de alumnos en grados se ha mantenido, de 26.765 a 26.609. El descenso se ha notado en los másteres, que cuestan un 10% más y cuya matrícula ha caído de 2.990 alumnos a 1.352, los peores datos desde hace más de seis años, provocando una pérdida de más de 600.000 euros, como expuso el rector Palomar esta semana ante el claustro.
El rector confía en recibir los 13 millones de euros que corresponden a la Universidad de Alicante por el pago de la anualidad de 2013 en concepto de deuda histórica acumulada por el Consell, compromiso que adquirieron con su firma tanto el expresidente Camps como el entonces conseller de Hacienda, José Manuel Vela.
