Miles de personas salieron ayer a las calles de Alicante y Valencia para expresar su malestar por el cierre de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV). Trabajadores de la cadena, amigos, compañeros de profesión, familiares, políticos y ciudadanos de a pie respondieron a la convocatoria de los sindicatos y exigieron la dimisión de Alberto Fabra. La manifestación más multitudinaria fue de Valencia. Albergó a 60.000 ciudadanos, según los organizadores, y 3.500, según la Policía. La marcha de Alicante fue menos multitudinaria, aunque también hubo baile de cifras en función de la fuente. Lo curioso es que el Cuerpo Nacional de Policía la cuantificó en 1.500 personas, mientras que los organizadores rebajaron ese guarismo hasta las 1.000. Sea como fuere, se dejaron notar. Tanto en la capital del Turia, como en la de la provincia.

La manifestación de Alicante partió pasadas las 18.30 horas desde la sede de RTVV en la avenida de Aguilera. El edificio, por cierto, sigue tomado por agentes de la Policía pese a que carecen de orden judicial, según denunciaron ayer varios de los empleados. La marcha se dirigió hasta la plaza de la Estrella, atravesó Maissonnave, bajó por Doctor Gadea y culminó, pasadas las 20 horas, en la Casa de las Brujas, sede de la Generalitat en la ciudad. Allí, el exdelegado de RTVV en Alicante Ramón Cánovas y su compañera Maite Vicente ofrecieron sendos discursos. «Nos merecemos una televisión pública, de todos, plural y de calidad», apuntó el primero de manera improvisada. Vicente, por su lado, sí se preparó un breve discurso. Fue emotivo y levantó un fuerte aplauso de los manifestantes. «Canal 9 ha muerto muy joven, sólo con 24 años. Pero no debemos olvidar que la han saqueado y expoliado», sentenció. A la marcha también acudieron la secretaria general de CC.OO. en l'Alacantí-Les Marines, Consuelo Navarro, y el líder de UGT Óscar Llopis. «El PP ha dado un golpe de Estado a los servicios públicos», coincidieron ambos dirigente.

En Valencia, una multitudinaria manifestación pidió la dimisión del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, al mismo tiempo que otra, también con una amplia asistencia, hacía el mismo recorrido para denunciar el «robo» a RTVV. En realidad, era la misma, pero la desorganización de la marcha creó dos cabeceras: en la primera de ellas los políticos de los partidos de la oposición de izquierda portaban una pancarta que rezaba «Eleccions anticipades ja» y en la segunda, los trabajadores de RTVV marchaban tras otro lema: «RTVV no es tanca, és la teua».