Se esperaba a 12.558 personas en Alicante, pero finalmente se presentaron alrededor de la mitad de ese número. Son los datos de la oposición «más numerosa», según señaló Javier Gómez de la sección sindical de CC OO del Departamento de Alicante del Hospital General, que se celebró ayer en la Universidad de Alicante (UA) para cubrir plazas de celador en hospitales públicos convocadas por la Conselleria de Sanidad.

Según datos aportado a este diario, un 50% de los aspirantes admitidos no se presentó ayer en la UA, un dato que de algún modo da sentido al hecho de que no se registraron grandes retenciones de tráfico a la entrada de la universidad, como sí pasó en las últimas oposiciones celebradas el pasado 20 de octubre para cubrir plazas de auxiliar de enfermería. Aún así, la universidad habilitó unas 12o aulas para acoger a los opositores.

Desde el sindicato CC OO se destacó que en algunas aulas «de 97 personas que tenían que haber ido han faltado 51», manifestó la responsable del área de sanidad del sindicato, Antonia Segura. En otras, de 158 solo se presentaron 49. Este importante descenso en el número de personas que se presentó a la prueba se debe a diversos motivos, según destacó Javier Gómez. Uno de ellos, explicó, es que «la gente llega un momento que se plantea acudir al examen cuando ve que son 200 plazas para toda la Comunidad Valenciana» y solo en la provincia de Alicante había inscritas 12.558 personas a la oposición. También hay que tener en cuenta que hay personas que no subsanaron problemas detectados en la documentación que se pedía para la oposición y no han podido presentarse.

Los que sí acudieron lo hicieron con ilusión y optimismo a pesar de que saben que está complicado lograr una plaza fija. Es el caso de Rosa Carpintero, de Almoradí, que durante ocho años ha trabajado en la cafetería del hospital de la Vega Baja cubriendo bajas y sustituciones. Actualmente está en paro y su marido lleva seis años sin empleo. Tienen dos hijos «y todos los meses le tengo que pedir dinero a mi familia y quiero una plaza que me dé estabilidad y me ayude a no tener que recurrir a mi familia». «Aquí veo una salida laboral», dijo. Sabe que lo tiene difícil y solo lleva dos meses preparándose esta oposición «pero hay que ser positivo, veo posibilidades», aseguró ayer minutos antes de entrar a examinarse.

Sergio Cárceles, de Alicante, también sabe que está complicado pero «si estudias, apruebas», dice. Él, con 36 años, trabaja en el Hospital General de Alicante como auxiliar de enfermería pero no tiene plaza «y aunque sea de celador quiero lograr un puesto fijo porque te da seguridad». Lleva dos años estudiando pero «hay gente que va mejor preparada y también cuentan los méritos que tengas» apunta. Su hermana, Encarnación Cárceles, solo lleva unos meses preparándose el temario pero es de la opinión que «hay que intentarlo».

A estas oposiciones se han presentado personas de toda la provincia y de poblaciones de fuera como Toñi Carretero, de Tomelloso (Ciudad Real). Cuando se enteró de la convocatoria «no dudé en desplazarme», señaló, porque «llevo dos años en paro y necesito un trabajo». Puri Cascales, de Murcia, decía ayer que «es una locura tanta gente y tan pocas plazas» pero ella, al igual que el resto, busca conseguir «un puesto de trabajo que te dé estabilidad». Ella se daría por satisfecha si «apruebo y me mantengo en bolsa de trabajo».

Desde CC OO se destacó la normalidad y la ausencia de incidencia en la jornada, salvo alguna habitual como alguien que se le había olvidado el DNI. Gómez resaltó que comparando con las últimas oposiciones a auxiliar de enfermería «esta ha ido mejor a pesar de que celador es la categoría más numerosa». El sindicalista recordó que estas oposiciones pertenecen a la Oferta Pública de Empleo de 2007 por lo que es de desear, dijo, «que cuanto antes la Generalitat oferte la que falta de 2009». Los que aprueben este examen se enfrentarán a un segundo dentro de unos meses.

Resto de la Comunidad

En Valencia, a pesar del caos y colapso anunciado, no cundió el pánico. El dispositivo y los preparativos quedaron grandes para la ocasión: solo se presentó al examen el entre el 40 %, mientras que en Castellón la cifra fue similar a Alicante con un 50%. «Debe ser que a muchos les cambia la vida en dos años y ya tienen trabajo», ironizaba ayer Encarna, una de las opositoras, a la salida del test. Ese lapso de tiempo, dos años, es lo que se ha tardado en celebrar este concurso público desde que se convocara oficialmente y los inscritos pagaran las tasas, en 2011.

«La gente ya no tiene esperanza ni en las oposiciones. Viendo las pocas plazas que hay, es muy dificil que cojan, incluso para hacer substituciones la cosa está muy mal».