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Boinas verdes

Preparados para entrar en acción

El Mando de Operaciones Especiales desarrolla en Rabasa y Agost ejercicios para mostrar la eficiencia de los guerrilleros

Los Grupos de Operaciones Especiales (GOE) «Valencia» III, «Tercio del Ampurdan» IV y «Maderal Oleaga» XIX partieron en una misión secreta desde Alicante, desde el Acuartelamiento «Alférez Rojas Navarrete» de Rabasa, y ya llevan 92 días desplegados en la base operativa avanzada de Tytan. Este país aliado, ubicado en el continente de Gerasia, está recibiendo el apoyo militar de la OTAN, por mandato directo de la ONU, al verse acosado por Kamon, Petraceros y Stellaria, que son tres estados autoritarios, beligerantes y con vínculos con organizaciones terroristas de ámbito internacional que han desestabilizado la región, y suponen un peligro para el «status quo» del mundo occidental.

Los boinas verdes del Mando de Operaciones Especiales del cuartel de Rabasa que participan en la misión, todos ellos bajo las órdenes del teniente coronel Javier Lucas de Soto, ya están en disposición de preparar misiones de reconocimiento de objetivos y de transmitir toda la información obtenida sobre las organizaciones terroristas de la zona e, incluso, sobre un posible depósito de armas químicas. Pero el sábado pasado el contingente español, que montó en Tytan todo su campamento en menos de dos días, fue informado en su puesto de mando, desde el cuartel general de Madrid, de que los terroristas han secuestrado al cooperante español de una ONG, por lo que las patrullas de élite están preparando una acción directa en territorio enemigo para rescatar al rehén, capturar al jefe de la organización y destruir varios objetivos estratégicos situados detrás de las líneas enemigas. Para su adiestramiento en el «golpe de mano» cuentan con armamento sofisticado, con dos helicópteros de guerra desde el que los boinas verdes se lanzan con cuerdas y, por vez primera, también disponen del apoyo de perros especializados en la detección de explosivos y minas y en la localización y neutralización de enemigos. Asimismo, con los guerrilleros están colaborando varias unidades de apoyo del ejército español especializadas en la desactivación de artefactos, así como en los protocolos más avanzados para combatir la guerra nuclear, bacteriológica, química y electrónica.

Podría tratarse de una situación real pero no lo es. Se trata del «Ejercicio Maderal 2013» que dirige el GOE XIX. Un operativo ficticio y ambientado hasta el más mínimo detalle para simular una intervención del Mando de Operaciones Especiales que podría producirse en cualquier lugar del planeta. Los boinas verdes lo saben y por eso su formación teórica y práctica es continua, abarca el mayor número posible de disciplinas de combate e inteligencia y está en continua evolución y experimentación. Aspectos, todos ellos, que han llevado a los GOE a ser reconocidos, desde su creación hace quince años, como una de las fuerzas de élite con mayor nivel de preparación y eficacia del mundo.

Precisamente, en el ejercicio que se está desarrollando desde hace una semana en Rabasa, -donde se ha instalado el centro de operaciones completamente aislado del resto del acuartelamiento-, y en el campo de maniobras de Agost, -donde se ha realizado el ejercicio de integración de todas las unidades-, se está comprobando el alto nivel de eficiencia que para los guerrilleros supone contar en sus misiones con el apoyo de militares expertos en guerra nuclear, bacteriológica, química y electrónica, con quienes realizan prácticas conjuntas para integrarlos en sus operaciones. Y en este sentido lo más novedoso ha sido contar con Jimi y Fito, dos perros del Servicio Cinológico del Ministerio de Defensa, con los que se han realizado maniobras de incursión en un poblado enemigo. Uno de estos pastores belga, Fito concretamente, saltó al «estrellato» en Afganistán al detectar una mina enterrada en la carretera por la que iba a pasar un convoy de soldados españoles. Militares que en el caso de los boinas verdes mantienen su espíritu guerrillero y siempre están preparados para entrar en acción al grito de «¡Me atrevo!».

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