Desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde, el edificio rectoral permaneció ayer bloqueado por sillas y mesas que el Frente de Estudiantes Universitarios (FEU) amarró con cinta aislante, a modo de barricada, para impedir el acceso al centenar de trabajadores administrativos que habitualmente ejerce allí sus funciones y llamar la atención sobre sus reivindicaciones, entre las que figura el derecho a poder hacer huelga sin repercusiones académicas como sucede actualmente.

Frente a lo sucedido el día anterior en la vecina Universidad de Elche, cuyos responsables solicitaron la presencia policial para hacer desistir de una actitud similar a los estudiantes, en la de Alicante la vicerrectora de Estudios Nuria Grané tomó las riendas de la situación en ausencia del rector, -en Hong Kong- y se ofreció a mantener una reunión con los estudiantes para buscar soluciones conjuntas a cambio de que desistieran en su actitud, si lograrlo.

«Como han insistido en que su postura era inamovible, y para evitar altercados, se ha optado porque no entraran los trabajadores. Todo lo que nos concierne se va a tratar de tener en cuenta en la medida de lo posible, pero también hay que tener en cuenta que son una veintena de estudiantes, no representan a la totalidad de los universitarios», señalaron desde el equipo rectoral.

Los trabajadores fueron distribuidos en otros espacios donde trataron de cumplir con su jornada laboral, mientras el FEU organizaba charlas y talleres ante el Rectorado boicoteado para dar a conocer sus reivindicaciones.

Peticiones

Quieren cursos de inglés gratuitos para todos los que los necesitan para graduarse y que ahora cuestan 600 euros, que no se instale la antena de telefonía sobre la Biblioteca General por considerarla perjudicial para la salud, que se contraten más docentes para evitar la masificación, y más becas.