La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, admitió ayer en las Cortes que, pese a que el presupuesto de su departamento crece este año un 1,3% hasta alcanzar los 337,5 millones de euros, sigue sin contar con fondos para nuevas inversiones en infraestructuras, debido a que de los 120 millones de este apartado para 2014, 105 millones se destinarán al pago de obras hechas y en funcionamiento, a la conservación de carreteras y, entre otras, al abono del canon -18 millones- de la CV-35, una autovía de Valencia construida bajo la formula del peaje en sombra. La conselleria subrayó que los objetivos de la Conselleria para el año que viene serán el mantenimiento de la infraestructuras, el pago de lo que se debe y mejorar en la eficiencia de los servicios.

A falta de proyectos que vender -la inversión en el tranvía se centra en Castellón y Valencia-, la conselleria Bonig terminó su intervención recordado la importancia de que el Corredor Mediterráneo «es una realidad» con el anuncio del Ministerio de Fomento de que licitará en breve el tramo Castellón-Tarragona. La oposición -PSOE, Compromís y EU- criticaron la tibieza económica de unos presupuestos que, según apuntaron, denotan el estado de ruina en el que se encuentra la Generalitat.

Bonig destacó, por otro lado, que el contrato-programa previsto para el periodo 2013-2017, «establece las condiciones de servicio que Ferrocarriles de la Generalitat (FGV) tiene que cumplir y que, por su parte, la Administración debe financiar, de modo que el Conselleria segura una mayor eficacia en el uso de los recursos destinados a la prestación del servicio de transporte de Metrovalencia y el TRAM de Alicante».

Según la consellera, la aportación de la Generalitat para la financiación del presupuesto de explotación de la empresa se cifra en 41 millones de euros en 2013, y a partir de 2014 en cerca de 60 millones de euros anuales, a lo que hay que sumar las aportaciones a la financiación de la deuda, que supondrán una reducción progresiva del nivel de endeudamiento.

La inversión por parte de la Generalitat en FGV es de 20,2 millones anuales para 2014, lo que permitirá ejecutar las obras de señalización, comunicaciones y energía de la ampliación de la Línea 5 de Metrovalencia a Ribarroja, que entrará en servicio a principios de 2015, y la renovación de la infraestructura y material móvil de la Línea 9 (Benidorm-Dénia) del TRAM de Alicante. Ni rastro de los 10 millones que faltan para terminal la variante de la Serra Grossa del tranvía, fundamental para aumentar las frecuencias del tranvía a las playas y Benidorm y que, de esta forma, pueda ser un complemento para los pasajeros del AVE con destino a la capital turística.

Bonig finalizó asegurando que está convencida, pese a todo, que empieza verse luz al final del túnel, no el de la Serra Grossa.