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Una variante que lleva ya 31 meses paralizada

La falta de presupuesto para terminar las obras el túnel de la Serra Grossa terminó por obligar a la Conselleria de Infraestructuras a tapiar el pasado mayo la entrada de la boca del túnel, y evitar así que la infraestructura se convirtiera en una zona de asentamiento de personas sin techo, o víctima de actos vandálicos como los que sufrió la Línea 2 del tranvía durante los dos años que estuvo parada tras acabarse las obras. Las obras en el túnel, que formaba parte del ambicioso proyecto del Plan Bahía, llevan paralizados desde la primavera de 2011 y, en principio, no se reanudarán hasta, al menos 2016, si es que la consellera Isabel Bonig logra convencer al presidente Alberto Fabra, y éste le concede una parte de los 10 millones de euros que necesita para terminar las obras. Un auténtico hito arquitectónico que, de momento, no sirve para nada, por lo que se ha convertido en un monumento al despilfarro de los tiempos del gobierno de Camps. F. J. B.

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