«En mi vida he visto pasar tanta gente, y llevo muchos años trabajando en la óptica que mi padre abrió aquí hace más de medio siglo», dijo ayer Toñi Torregrosa, de la asociación de comerciantes Más que centro, sobre el éxito de la calle San Francisco, que ha pasado de estar desértica a convertirse en polo de atracción de alicantinos y visitantes. «Antes por la tarde estaba muerta, y ahora los días laborables a partir de las siete está a tope, lo mismo que los fines de semana. Hasta ahora no había conocido esta afluencia, incluidos muchos turistas ingleses y franceses», aseguró.

Los comerciantes creen que la zona comenzó a renacer desde que se aprobó el plan integral del centro histórico pero la tematización de la calle con juegos infantiles, entre ellos diez setas gigantes, 10 insectos y minitoboganes, ha sido definitiva. «El comercio apoya la calle temática, es algo que fue consensuado y dialogado. Ahora que los juegos están funcionando se habla de despilfarro, pero están cofinanciados por los fondos Feder. Además, nosotros no somos políticos, y los vecinos y comerciantes queremos que la gente venga».

Según datos de la asociación Más que centro, la demanda de locales comerciales en la calle San Francisco se ha disparado. «En los últimos meses han abierto cinco nuevos establecimientos y están en proyecto otros dos. La gente está como loca vendiendo y creando puestos de trabajo». Torregrosa dijo que el pasado verano ya se notó esta dinámica positiva con la presencia de numerosos clientes ingleses interesados en comprar en tiendas de la zona, así como en sus bares y restaurantes. «Lo que queremos es que el público que se quedaba en Maisonnave se mueva más por el centro de la ciudad y llegue hasta la Rambla, creándose un gran eje comercial».