¿Por qué nace la Federación para la Mediación?
Nace de la necesidad de aunar los esfuerzos de todos los mediadores que hay en la Comunidad, repartidos en seis asociaciones que funcionan en Valencia y Alicante, algunas de ellas con más de trescientos socios, por lo que son muchos los mediadores. También nace de la necesidad que hay en este momento de la mediación, una gran desconocida porque no se ha trasladado a la ciudadanía todo lo que les puede beneficiar. De ahí que hayamos querido unirnos. Empezamos con todo esto en febrero, y aunque la sede está en Valencia la presidencia la lleva la Asociación de Mediadores de Alicante (AMA).
¿Cuál es el objetivo?
Difundir la mediación como un proceso no agresivo ni competitivo de resolución de conflictos. Nuestra idea es crear una red de todos los que trabajamos en los distintos ámbitos de la mediación, desde el intrajudicial al financiero, al familiar y el transnacional. Por ahora se conoce sobre todo la mediación familiar comunitaria y también la intercultural pero las otras son más desconocidas, de ahí que queramos fundar esa red.
¿En qué otros ámbitos podría funcionar la mediación?
Hay un ámbito muy claro en el que ya estamos trabajando, y es el vecinal. Genera muchos conflictos que colapsan la judicatura y los tribunales, y la mediación aquí es algo buenísimo, sobre todo porque es gente que se va a seguir viendo y se preservan las relaciones. También en la empresa hay mucho camino por recorrer.
¿En qué sentido?
Si la mediación hubiera estado más implantada, muchas empresas no se habrían cerrado durante esta crisis. La mediación puede solucionar muchos conflictos en este ámbito sin crear una ruptura, sobre todo en empresas pequeñas y familiares, que se han venido abajo, por ejemplo, por conflictos salariales entre los trabajadores. Estoy convencida de que muchos problemas se hubieran solucionado evitando el cierre y el paro de las personas afectadas.
La mediación en la familia sí está más desarrollada...
La mediación en el ámbito familiar efectivamente está reconocida por las leyes desde el año 2001 (se intentan solucionar conflictos con hijos, menores, en separaciones y divorcios, problemas con herencias, etc...). En la Comunidad Valenciana hay otro ámbito en el que tenemos mucha esperanza, y es el educativo. Las nuevas generaciones ya se están formando en la mediación y cuando sean adultas recurrirán a ella para resolver muchos conflictos, evitando ir para todo a la judicatura (según las estadísticas, el 80% de los conflictos en los que interviene un mediador se solucionan).
¿Qué apoyo encuentran en las administraciones?
Los recursos públicos son ahora muy reducidos, y la Administración intenta no recortar en servicios como la mediación familiar e intercultural, ya que además la Comunidad Valenciana es la única en la que existe una ley de mediación intercultural. Ante esa escasa disponibilidad de recursos, tenemos el apoyo de la Generalitat en la difusión, que ya es bastante. También es verdad que está obligada por ley a hacer esa difusión de la mediación para resolver conflictos. Lo cierto es que se puede hacer más y queda mucho camino por recorrer. Aún así el diálogo es bastante fluido.
La consellera de Bienestar Social, de hecho, participa en la presentación de la Federación...
La actual consellera Asunción Sánchez Zaplana, cuando fue concejal en el Ayuntamiento de Alicante, fue una persona muy sensible, capaz de implantar los servicios de mediación en la Zona Norte. Nuestra Federación necesita personas sensibles como ella.
