«Resulta inaceptable que los responsables educativos hablen de fomentar la autonomía de los centros y que en la práctica el director de un colegio no pueda desplazarse a participar en un programa para aportar ideas sobre mejoras educativas. Eso no demuestra estar ni por la autonomía ni por la participación. Dicen unas cosas y practican otras». Las palabras de Jaume Fullana, director del colegio público Gabriel Miró de Calpe, resumen el sentir de los responsables de Primaria a partir de una denuncia expresada por Escola Valenciana al haber negado «la libertad de expresión a dos de los directores», como señalan desde el colectivo.

La Conselleria de Educación, como pudo constatar ayer este diario, concede habitualmente permisos de todo tipo a los directivos de los centros, por lo que el silencio administrativo ante la petición de dos de ellos de participar en un programa matinal de la televisión valenciana se ha entendido en el sector educativo como «una intención con trasfondo político. Resulta paradójico que en momentos en los que se conocen resultados tan negativos sobre el rendimiento educativo de los estudiantes adultos por parte de la OCDE, haya permisos de todo tipo a los docentes, pero no para participar dando su opinión en un debate televisivo abierto», abunda Gerard Fullana, portavoz de Escola.

El conjunto de la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, integrada por los padres de alumnos de la FAPA Enric Valor, los sindicatos STEPV, FETE-UGT y CC OO, la Asociación Valenciana de Directores y Escola Valenciana, mostraron ayer su «apoyo hacia los directores que se han visto censurados por la administración educativa, que ha impedido que expresaran su punto de vista profesional sobre la nueva LOMCE y el informe PISA de adultos en un medio de comunicación que debería ser de todos los valencianos».

«Si la negativa responde a una cuestión administrativa es grave, porque alguien debe tener la responsabilidad de responder y da a entender que no funciona, pero si es debido a una negativa consciente resulta más grave todavía, porque entre las mínimas reglas de convivencia democrática debería contemplarse la exposición de ideas para mejorar el país», abunda el director censurado.

Reflexión

A Jaume Fullana le avala una trayectoria de 34 años en la enseñanza y de 26 en cargos directivos en centros públicos. «Creemos en el servicio público de la educación y abogamos por el certificado ISO de calidad de la escuela pública y en que se nos exijan cuentas y una evaluación con la finalidad siempre de mejorar el sistema educativo, pero siempre abierto y democrático», se quejaba ayer.

En la administración educativa «se pasaron la pelota unos a otros» ante su petición por escrito de asistir al programa junto con la directora Laura Font, del colegio Malva-rosa de Valencia, invitados a la tertulia del matinal «De nou» de los martes. «Finalmente me volvieron a dirigir a la dirección territorial y se me dijo por vía telefónica que no estaba el director territorial. Entiendo que cuando no está el jefe deben derivarse a otro responsable», lamentó.

Desde la conselleria no se ofreció ayer ninguna explicación al respecto, pese a requerirla tanto de la dirección territorial como de Valencia. Los directores, por su parte, no fueron al programa para evitar un expediente al carecer de permiso expreso.