­San Francisco vuelve a sonreír. Después de una larga travesía por el desierto de la casi clandestinidad, la calle alicantina -ubicada en pleno centro tradicional- vive una época de crecimiento, fundamentada en la apertura de más de una decena de comercios en los últimos dos años, más de la mitad en este 2013. Una tendencia que está permitiendo la regeneración de la calle de una manera espontánea, sin apenas intervención municipal. Hasta la fecha y a la espera de la tematización con juegos infantiles, los comerciantes de la zona sólo recuerdan la reciente peatonalización, tras la reapertura al tráfico durante el mandato de Alperi, como un gesto político para reavivar la calle San Francisco.

Pocos encuentran una explicación certera a la continua apertura de locales, sobre todo en el tramo más cercano a Calvo Sotelo, aunque los veteranos del lugar -que aguantaron con firmeza los años más lúgubres de San Francisco- aplauden la iniciativa de los emprendedores que han decidido abrir negocios en la zona, pese a la actual crisis económica.

«Llevo seis meses en Alicante y siempre me ha gustado el centro de la ciudad. Elegí esta ubicación para mi negocio porque creo que es un punto con mucho potencial, pasa mucha gente por aquí y un gran número de turistas, y además en los alrededores hay multitud de oficinas», explica en un más que correcto castellano Arthur Schwimmer, propietario de Canada Cupcake Cafe, cuya apertura estuvo cercana en el tiempo a la inauguración de un japonés, una panadería, una vinoteca y una tienda de moda infantil, entre otros negocios.

Próximo a la cafetería se encuentra el último local en abrir sus puertas en San Francisco: Mery Crocket, una tienda de comida casera para llevar. «Llevamos un año detrás de abrir el negocio. En ese momento, vimos el local y nos encantó... ¡Y eso que por entonces la calle no era peatonal! Ahora estamos encantados, aunque esperamos que la calle no tome la inercia de Castaños. Ojalá esta calle se convierta en un referente del comercio tradicional», explica Mari Ángeles Rodríguez, que junto a su hija María Rueda buscan asentarse en la calle con su nuevo negocio.

En una esquina cercana se sitúa un comercio ya veterano en la zona, Ven y Vuelve, una tienda de complementos. Su propietaria, Amaranta Calderón, recuerda aquel 2004, cuando se decidió a abrir. «Cuando inauguramos la tienda, tenía algo seguro: la calle a peor no podía ir, así que todo iba a mejorar. Siempre creí que la calle tenía motivos para ser una de las referencias de Alicante... Y parece que el tiempo me va dando la razón», añade la propietaria, quien admite que nunca fue optimista con la peatonalización: «Ahí me equivoqué, ya que ha sido muy positiva».

Años muy duros

Algo después, en el año 2009, abrió Laura Buigues su tienda de moda infantil, Baby Underground. «Han sido año duros para la zona, pero el ambiente mejora día a día. Yo misma he visto abrir y cerrar varios negocios, pero ahora parece que la zona se va asentando. La peatonalización ha ayudado y seguro que los juegos infantiles prometidos por el Ayuntamiento impulsan aún más la zona», afirma.

Desde su papelería observa una de las clásicas del lugar, Fini Ferrándiz. «Este local está abierto desde el año 1943, así que por aquí hemos visto pasar toda la vida de la calle. La apertura de nuevos negocios significa una gran noticia para todos, sobre todo para los que hemos sobrevivido a la peor época de la calle. Nosotros nunca nos quisimos ir, aunque hubo motivos para hacerlo. De hecho, mucha gente piensa que San Francisco sigue igual de mal, pero esos tiempos ya pasaron. La calle ha mejorado mucho en los últimos años, y parece que la inercia es aún más positiva», argumenta.

Otra de las veteranas, Sandra Carrión, que regenta un estanco que data de 1993, lo tiene más que claro. «La apertura de tantos comercios supone una alegría para los que llevamos tantos años aquí. Los veteranos deseamos que los nuevos tengan suerte, será bueno para todos, y también para los alicantinos, que están recuperando una calle que estuvo apartada de las zonas de paso durante muchos años», subraya Sandra.

Con esa opinión coincide el sociólogo Carlos Gómez Gil, profesor de la Universidad de Alicante y experto en Inmigración, quien sostiene que el renacimiento de San Francisco es un motivo de satisfacción. «El centro de Alicante ha sido siempre un buen termómetro del estado de la ciudad. Por ello, que se produzca una revitalización espontánea es una buena noticia para la ciudad, ya que evidencia la apuesta por revitalizar el centro tradicional», explica el profesor, quien valora la iniciativa particular frente a la indiferencia gubernamental: «Resulta paradójico que sea en esta fase de la crisis cuando los ciudadanos apuestan por la regeneración del centro y por su futuro, más incluso que el propio Ayuntamiento». Como experto en Inmigración, Gómez Gil subraya que San Francisco ha sido «el símbolo de los cambios, abandonos y caprichos políticos que ha vivido Alicante desde hace años».

«El deterioro de la zona llevó a que muchos inmigrantes ocuparan comercios, pisos y hostales a finales de los años 90, proliferando locutorios y bazares. Fueron años de abandono extremo de la calle y del entorno», añade el profesor de la UA, que a su vez se congratula por los «nuevos aires» que vive la zona. En su opinión, la apertura de comercios imprime carácter a la zona. «El comercio es un regenerador de primer orden de los barrios, que proporciona elementos básicos para la vida de las personas, además de atraer a turistas. Así que la regeneración del centro tradicional y en particular de la calle San Francisco mejora la cohesión social de un barrio que lo necesitaba», concluye Gómez Gil.

VÍDEO: PAUL TORREGROSA / RAQUEL BARDISA